Está claro que David Nalbandian consiguió en Madrid recuperar su mejor nivel tenístico. Y por ello, hoy buscará su primer título en un Masters Series ante el suizo Roger Federer, tras batir ayer al serbio Novak Djokovic por 6-4, 7-6 (7-4) para avanzar a la final del torneo español. La definición ante el número uno del mundo, que ayer superó al alemán Nicolas Kiefer, está prevista para las 10.30 (televisa ESPN).

Nalbandian mostró en muchos pasajes del encuentro su mejor tenis, el mismo que lo llevó a ganar hace dos años el Masters de Shanghai en la final ante Federer. Así pudo sacarse de encima a Djokovic, la gran revelación del año y número tres del ranking. “Djokovic es un jugador que saca muy bien, es muy difícil quebrarle el saque, a veces lanza un palo de la nada, y eso me complicó mucho. Es muy difícil saber qué va a hacer él, yo me mantuve firme todo el tiempo”, analizó el argentino. Número 25 del ranking mundial, Nalbandian llega así a su primera final en 18 meses: la anterior había sido en abril de 2006, cuando conquistó en Estoril su quinto y hasta ahora último torneo. La final de hoy será la segunda de su carrera en Madrid, donde en 2004 fue derrotado por el ruso Marat Safin en el encuentro decisivo.

El partido de ayer fue de alto nivel. Nalbandian logró en varios momentos algo difícil de ver en el circuito: un Djokovic desarmado, a merced del talento de su adversario. Tras quebrar el servicio de su rival en 15 gracias a una derecha descontrolada de Djokovic que murió en la red, Nalbandian se adelantó 21, y ya no soltaría esa ventaja ante el número tres del mundo. Tras 44 minutos de juego, el argentino se llevó el primer set por 6-4.

El segundo parcial se jugó servicio a servicio, sin concesiones por parte de ninguno. Nalbandian alcanzó la cumbre del tenis en el quinto juego con dos puntos y dos golpes espectaculares: un revés cruzadísimo y bajo, imposible de devolver para el serbio, y un globo de revés perfecto instantes más tarde. El serbio aplaudió el talento de Nalbandian, y sus padres, en el palco, también.

El europeo pudo haber ganado el segundo set tras situarse set point gracias a un derechazo descomunal. Pero Nalbandian resistió, y terminó salvando la situación con su gran revés. “Era una pelota sumamente complicada y tuve un poquito de suerte”, señaló Nalbandian, que inició decidido el tie break, en el que rápidamente tomó una ventaja de 4-1. Tuvo cuatro match points con 6-2, perdió el primero jugándose una derecha y el segundo tras un golpe con suerte de Djokovic. Pero no perdonó en el tercero, con un potente saque ganador al centro de la cancha que le dio el pase a la final tras una hora y 41 minutos de juego.

“Después de los primeros partidos, en que estaba fuera de ritmo todavía, comencé a jugar impecable, contra Del Potro, Nadal y ante Djokovic. Estoy bien, tras esas primeras rondas jugué partidos intensos, pero cortos”, señaló el cordobés, que se mostró contento de definir el título con el suizo. “Prefiero jugar con Federer”, señaló el argentino, que cayó en Madrid el año pasado ante el número uno del mundo. “Año tras año las cosas cambian, espero revertir el resultado de esa vez. Me gusta jugar contra Federer por más que sea el número uno del mundo. Hay que entrar a la cancha pensando que se le puede ganar. Tengo que salir a hacer la mía, presionar, estar atento y que salgan bien las cosas”, señaló el cordobés.

Distinto es el pensamiento de Federer, que llegó a la definición tras superar 6-4, 6-4 a Kiefer. “Tuvimos batallas duras. El ganó las primeras cinco o seis, era un rival con el que tenía miedo de jugar, pero al final cambié esta estadística. Algunos temen que me gane después de lo que sucedió en la Copa Master, pero ya veremos. Estoy preparado”, señaló el suizo.