Brasil fue confirmado ayer como el país que organizará el Mundial de Fútbol de 2014, anunció el presidente de la Federación Internacional (FIFA), el suizo Joseph Blatter. De esta manera, será la segunda vez que esta nación será sede mundialista después de la edición de 1950. La Copa del Mundo volverá a disputarse en Sudamérica luego de 36 años, ya que la última sede subcontinental fue Argentina, en 1978. La elección fue por unanimidad del Comité Ejecutivo, ante la ausencia de otra candidatura.

De acuerdo con el sistema de rotación continental, que ya no regirá en 2018, sólo se podían presentar para organizar este mundial países de Sudamérica, pero únicamente Brasil se postuló, debido a que Colombia dio marcha atrás en su idea inicial. Brasil, pentacampeón del mundo, ya había organizado el Mundial de 1950, que en la final, conocida como el “Maracanazo”, perdió ante Uruguay.

La presentación se realizó en la sede principal de la FIFA y asistieron el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; el entrenador Dunga y el titular de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Ricardo Teixeira, entre las personalidades más destacadas. La ausencia más notoria fue la de Pelé, quien había sido debidamente invitado por la CBF.

En la ceremonia, los brasileños se presentaron como “una gran nación de fútbol”, pero sobre todo como un país con grandes posibilidades de desarrollo. A partir de la concesión del Mundial, el quinto país más grande del planeta espera un gran crecimiento económico y social. El presidente Lula da Silva afirmó que el mundo “verá a un Brasil maravilloso” y prometió “siete años de trabajo”.

Brasil deberá invertir alrededor de 1100 millones de dólares en la construcción de cuatro escenarios, y en la reforma de otros ya existentes, para dejarlos en condiciones, debido a que no cuenta hoy con un solo estadio que cumpla las exigencias de la FIFA para la realización de partidos de la Copa del Mundo. Además, deberá resolver problemas de infraestructura, seguridad y transporte.