Con la suerte ya echada en el torneo, Colón y San Lorenzo se animaron a jugar e hicieron un partido abierto al que sólo le faltaron los goles. El equipo de Leonardo Astrada jugó un poco mejor pero no tuvo la claridad necesaria para aprovechar sus chances. San Lorenzo, en cambio, inquietó mediante pelotas paradas y tuvo la mejor oportunidad del encuentro con un penal que Blázquez le atajó a Ferreyra.

El partido fue el claro ejemplo de lo que Colón y San Lorenzo están haciendo en este Apertura. Ambos tuvieron buenos segmentos, pero sus intenciones no se cristalizaron en resultados. El equipo de Astrada salió con todo intentando llegar por los costados y por allí encontró ventajas para progresar en ataque. Rivarola y Prediger se juntaban por izquierda y superaban a Emiliano Díaz. Por el otro sector, tanto Ferreyra –en San Lorenzo– como Grisales –en Colón– iban más de lo que volvían y quedaban cara a cara con la defensa rival.

A los quince minutos, Quinteros tardó mucho tiempo y no pudo definir una jugada clarísima dentro del área chica. Un rato después, Orión le sacó el gol a Cardetti, quien había metido un zurdazo seco que se metía abajo junto al palo de su mano izquierda. Por el contrario, San Lorenzo llevó peligro por arriba, principalmente con Bottinelli, a quien le cambiaron la marca dos veces, pero igual ganaba en cada pelota parada y era la mejor arma de ataque del equipo de Ramón.

El segundo tiempo dejó la primera huella del partido con el penal que desperdició Ferreyra. El mediocampista primero falló su remate –suave al palo de la mano derecha de Blázquez– y luego tiró por encima del travesaño el rebote, con una volea de pique.

A partir de ese momento, San Lorenzo acusó el golpe y la cancha se inclinó hacia el lado de Orión, más aún tras la expulsión de Aguirre.

El equipo local buscó por distintos caminos los tres puntos pero falló en la definición: Quinteros tuvo dos clarísimas, pero le erró al arco. En definitiva, el resultado no convenció a ninguno, ya que a Colón lo acosa el promedio y San Lorenzo no está cerrando un buen certamen.