Desde que se retiró la camada que la llevó al Mundial de Estados Unidos por única vez en su historia, Bolivia ingresó en un tobogán futbolístico que no parece tener fin. El próximo rival de la Selección Argentina es, claramente, el peor equipo de las Eliminatorias, por lo que no debería generar inconvenientes para que el conjunto de Alfio Basile sume su tercera victoria consecutiva. Ni siquiera los 3600 metros de altura de La Paz sirven como argumento para que el conjunto de Erwin Sánchez pueda aspirar a la clasificación. Desde hace varios años, Bolivia ocupa el lugar que durante mucho tiempo le perteneció a Venezuela.

Las últimas Eliminatorias y la Copa América de Venezuela son dos muestras del nivel que ostenta el fútbol boliviano. En la búsqueda de un lugar para Alemania 2006, el conjunto verde finalizó último, con 14 unidades, a cuatro puntos de Perú y Venezuela, que lo precedieron. Pero lo llamativo es que perdió los nueve encuentros que disputó fuera de La Paz. Además, en la edición anterior, apenas rescató dos puntos en sus visitas a Chile y a Perú. En la Copa América de este año, que marcó el debut oficial de Erwin “Platini” Sánchez, Bolivia amagó con una recuperación, pero finalmente se despidió del torneo último en el grupo más sencillo, con una derrota ante Uruguay y empates ante Perú y Venezuela.

Para colmo, el arranque en las Eliminatorias no dejó demasiado margen para la ilusión. En la jornada inaugural cayó 5-0 ante Uruguay, resultado idéntico al que obtuvo en la edición anterior. Y en la segunda fecha, apenas empató como local 0-0 con Colombia. Por eso, y ante el poderío de Argentina, las esperanzas de éxito para el sábado son casi nulas para la prensa y el público bolivianos. Ante ese panorama, el entrenador boliviano trató de bajar un mensaje optimista, aunque no demasiado convincente. “Hay gente que quiere que nos vaya mal pero, a pesar de esos malos bolivianos, igual vamos a trabajar para revertir el mal paso inicial”, remarcó Sánchez, que aparece cuestionado por su falta de autoridad con el plantel.

Con veintitrés futbolistas convocados, Bolivia ya trabaja en Santa Cruz de la Sierra desde el jueves pasado, pero en estos días se sumaron los siete citados que actúan en el exterior, entre ellos el zaguero de Central Ronald Raldes. Para esta ocasión no fue llamado el ex lateral de Independiente Lorgio Alvarez. La gran novedad pasa por los arqueros, ante la lesión del titular, Hugo Suárez. Carlos Arias –de Blooming, que no integraba su selección desde 2006– y Daniel Vaca –de San José, que recibió su primera citación– pelearán por ocupar el arco en el Monumental.

El mayor inconveniente para Sánchez pasa por el escaso recambio con el que cuenta. Por eso, en su lista aparecen jugadores de larga trayectoria, que incluso ya son cuestionados por la hinchada. Nombres como Limberg Gutiérrez, Jaime Moreno, Ronald Raldes, Gatty Ribeiro o Joselito Vaca siguen apareciendo, pese a los magros resultados. Y de los nuevos, el problema pasa por la escasa continuidad que tienen los mejores futbolistas, que actúan en el exterior. Juan Carlos Arce, en Corinthians, y Marcelo Martins, en Cruzeiro, no juegan casi nunca, lo mismo que Gualberto Mojica, suplente toda la temporada en el Ecomax de Rumania. Los de mejor suceso son Diego Cabrera, goleador del torneo colombiano con el Cúcuta, y Ronald García, pieza importante en el Aris Salónica griego.

La historia tampoco favorece a los del Altiplano. De los 28 partidos que jugaron ante Argentina, apenas ganaron cinco, con 21 derrotas, y nunca pudieron rescatar siquiera un punto en Buenos Aires. En las Eliminatorias perdieron las cinco veces que vinieron, las tres últimas ya bajo este formato: 3-1 en el debut rumbo a Francia ’98, 1-0 con un gol agónico de Gustavo López en el camino a Japón 2002 y 3-0 en la clasificación para Alemania 2006. “Muchos dicen que no deberíamos ir a jugar el partido, que nos van a golear. Espero que todo ello se pueda revertir con una buena actuación”, se ilusionó Sánchez.