DEPORTES
› LA ARGENTINA VENCIO 100-81 A RUSIA EN INDIANAPOLIS
Histórico triunfo del básquet
El equipo argentino se clasificó para la segunda ronda del Mundial con grandes actuaciones de Sconochini y Ginóbili.
Con una actuación deslumbrante tanto en lo colectivo como con algunas individualidades que brillaron en gran nivel, Argentina vapuleó 100-81 a Rusia y logró el pasaje para la segunda ronda del Mundial de Indianápolis. El equipo de Rubén Magnano basó su triunfo en una gran defensa y una efectividad muy importante en ataque, donde se destacaron Hugo Sconochini y Emanuel Ginóbili. De esa manera se sacó de encima al rival más difícil del grupo y a un equipo al que sólo había derrotado una vez en toda la historia. Hoy a partir de las 19.30 cerrará su participación en la zona D cuando juegue por el primer lugar con Nueva Zelanda (televisa ESPN+), que ayer derrotó 98-85 a Venezuela.
El primer cuarto marcó una gran paridad. Si bien Argentina amagó en dos ocasiones con escaparse gracias a la tarea de Sconochini y Ginóbili, los rusos abortaron el intento con los tiros externos. A esa altura, el alero Andrei Kirilenko y el pivote Savrasenko eran una pesadilla para la defensa argentina. En base a penetraciones y segundas opciones, los europeos comenzaron a cargar de faltas a los argentinos –por ese motivo Ginóbili debió abandonar la cancha en el primer cuarto–. Sin embargo, un oportuno triple de Wolkowyski sobre el cierre le permitió al conjunto de Magnano irse al descanso con ventaja mínima (26-25).
El panorama cambió en el segundo cuarto. Sin Ginóbili en el campo, Argentina supo repartir bien su goleo, con una gran efectividad en los tiros de tres. Por esa vía anotaron Montecchia, Nocioni, Palladino y Sconochini, por lo que la defensa rusa ya no pudo refugiarse cerca de su canasto. Además, Argentina supo corregir los problemas en el rebote defensivo, por lo que Rusia ya no contó con segundas oportunidades. Así con el reingreso de Ginóbili y Sconochini, las ventajas no tardaron en aparecer. Y como completó la tarea con un muy buen cierre, la Selección se fue al entretiempo con doce puntos de diferencias, tal vez excesiva por el desarrollo del juego.
Tras un flojo comienzo en el tercer cuarto, en el que pasó más de cuatro minutos sin convertir, Argentina liquidó el juego con tres triples consecutivos. Con Sconochini desequilibrando desde afuera y Ginóbili demostrando todo su talento, el equipo de Magnano comenzó a florearse en ataque, aunque en ningún momento aflojó la intensidad defensiva. Así llegó a sacar una ventaja que rondó los 30 puntos, anotando desde cualquier posición. Recién con el partido definido, Rusia consiguió descontar y decorar el resultado final.
Subnotas