El plantel de Boca llegó ayer a Japón y comenzó su aclimatación de cara a los partidos por el Mundial de Clubes. Tras un extenso y agobiante viaje que superó las 27 horas, el equipo de Miguel Angel Russo se alojó en Tokio y comenzó a realizar los primeros trabajos físicos para su primer partido, el próximo miércoles (7.30 de Argentina) contra el ganador de Pachuca (México) y el Etoile Sportive du Sahel (Túnez).

El plantel argentino dejó el aeropuerto de Ezeiza el miércoles por la tarde. Tras una escala en París, arribó ayer al aeropuerto internacional de Narita recibido por unos 100 hinchas japoneses y comenzó a vivir el Mundial de Clubes.

Si bien las recomendaciones sobre cuándo dormir y cuándo no fueron muchas, varios jugadores sufrieron el cambio horario y padecieron su llegada a tierras orientales. Otro condimento extraño fue el clima, ya que pasaron del calor de Buenos Aires al frío de Tokio, que los recibió con menos de 10 grados de temperatura y con posibilidades de nevadas en los próximos días.

En este panorama, el equipo argentino almorzó y realizó sus primeros trabajos físicos. El plantel se dividió en dos grupos: uno fue al gimnasio y el otro a la pileta para realizar ejercicios de relajación y de recuperación tras el largo viaje. Después de una siesta, los grupos rotaron su lugar de entrenamiento y completaron la jornada.

Sin Riquelme, quien fue a España a despedirse de sus ex compañeros, las novedades pasaron por Jonatan Maidana y Leandro Gracián, quienes podrían jugar sus últimos partidos con la camiseta de Boca. Fiorentina, de Italia, pretende al defensor y habría ofrecido 2,5 millón de euros para comprarle el pase, mientras que Gracián, quien con la vuelta de Riquelme tendría menos chances de jugar, podría irse a préstamo al Atlas de México.

En tanto, hoy comenzarán las prácticas de fútbol como preparación para el partido del próximo miércoles por semifinales. El rival para ese día saldrá del ganador del encuentro que mañana disputarán el Pachuca de México y el Etoile Sportive du Sahel, de Túnez.