Menos de una hora tardó Nalbandian en superar a Juan Ignacio Chela y meterse en la final del abierto porteño. El cordobés estuvo en uno de esos días en los que no importa quién esté por delante y completó una tarea sin grietas venciendo 6-1, 6-2 a un Chela que por momentos pareció dar indicios de una recuperación pero que nunca pudo ser oponente. “Creo que hoy jugué mi mejor partido en Buenos Aires, casi no tuve errores y eso se debió a que salí muy concentrado con la intención de evitar un gran desgaste físico”, analizó el cordobés, quien hoy por primera vez jugará la final del ATP de Buenos Aires. Su rival será José Acasuso, desde las 14 (televisan TyC Sports y Canal 9).

Apenas finalizó su maratónico y traumático partido ante Potito Starace por cuartos de final, Nalbandian festejó pero aclaró que le había costado mucho acomodarse por el estado de la cancha. Recién ayer, cuando comenzó a pasar pelotas ante Chela en la segunda semifinal, se entendió realmente aquel argumento. Porque el juego del hombre de Unquillo tuvo otro color, el mejor de la semana, según sus propias palabras, y no le dio respiro a un rival, que casi sin entender muy bien qué hacer y de qué manera reaccionar iba viendo cómo se le escapaba el partido. “Chela comenzó con muchos errores, muy irregular, y eso me permitió sacar una gran ventaja muy rápido, lo que me dio confianza y soltura. No quería jugar puntos largos para no sufrir desgaste y salió todo como lo había planeado”, admitió Nalbandian y precisó: “La cancha estaba un poco mejor para mí. En mis partidos anteriores todo era adverso, ya que estaba demasiado pesada, y salí adelante porque le puse garra. No sé si en otro torneo hubiera luchado tanto como lo hice acá ante los italianos, sucede que quiero ganar en mi país”, confesó Nalbandian.

Los números finales resultan contundentes pero así también fue la diferencia en el juego. Nalbandian jugó todo el partido de una manera prácticamente inmejorable, mientras que Chela cuando no jugaba bien perdía los puntos pero, el problema, era que cuando metía buenas pelotas, cuando forzaba un peloteo largo o exigía con su saque, también terminaba perdiendo los puntos ante un Nalbandian que, por momentos, era insoportable, no había con qué darle.

Desde el inicio, el cordobés entró más metido, conectó bien tanto de derecha como de revés y aprovechó la tibieza de Chela, quien rápidamente perdió puntos con su saque (tuvo cinco break points con sus dos primeros servicios) y quedó abajo 0-5. Recién allí, en el sexto juego, pudo imponerse el de Ciudad Evita, pero nuevamente Nalbandian fue al saque y se llevó el primer set sin despeinarse.

Por si alguno esperaba una remontada de Chela, Nalbandian quebró en el primer juego y siguió llevando a cabo una tarea sólida por donde se la mire. Así continuó el partido y así también se terminó. No hubo grises en el trabajo del cordobés y cuando esto se da pareciera que no sólo Chela sino que ninguno puede ser rival. “Nos conocemos muchísimo con Chucho, jugamos juntos desde muy chicos y entrenamos siempre en Copa Davis. Será un partido muy duro y el que se levante mejor ganará”, indicó Nalbandian acerca de la final de esta tarde. Lo cierto es que cuando es el cordobés el que se levanta bien demuestra por qué es uno de los mejores jugadores del mundo. Su rival de turno seguramente podrá exigirlo mucho más que lo que hizo Chela ayer, pero lo más probable es que todo dependa de la mano de David.