El equipo sueco de Copa Davis ya lo sabe: va a ser difícil ganarle a la Argentina en Buenos Aires, en abril, con Diego Maradona en el palco. El astro ya avisó que estará en todos los partidos en los que juegue el equipo nacional, y lo sucedido el fin de semana en el Buenos aires Lawn Tennis lo ponen a la altura del primer barra del tenis argentino.

Maradona genera amores y odios casi en proporciones similares, pero lo que sucedió con el tenista italiano Potito Starace llamó mucho la atención, ya que el napolitano, fanático del jugador de toda su vida, cambió drásticamente su sentimiento. “Sueño con conocer a Maradona”, dijo Starace cuando la octava edición del ATP porteño daba sus primeros pasos. “Sáquenlo porque le parto la raqueta en los dientes”, afirmó pocos días después, durante el partido de cuartos de final contra David Nalbandian.

Según las declaraciones a una radio napolitana, el italiano se fue “furioso” de Buenos Aires por los reiterados insultos que había recibido por parte de Maradona durante todo el maratónico partido que terminó perdiendo ante Nalbandian y aseguró que Maradona le pedía al juez de línea “que cobrara a favor del argentino”. Tanto era el enojo del italiano que cuando Maradona intentó ir a saludarlo al vestuario después del encuentro salió por otra puerta sin siquiera cruzarse con él.

No fue la primera vez que Maradona deja su huella durante un partido de tenis. En la serie de Copa Davis ante Suecia en 2006, el capitán del equipo visitante, Mats Wilander, calificó el estadio argentino como “un circo” y se quejó de los gritos de Maradona. Aquella vez, el equipo nacional ganó 5-0 y el árbitro brasileño Carlos Bernardes debió parar el encuentro varias veces para pedirle silencio a Maradona.

También trascendieron inconvenientes cuando viajó a seguir al equipo a Rusia en 2005. En aquella oportunidad, el problema había sido afuera del estadio con algunos compatriotas que querían acercarse a saludarlo.

Lo concreto es que el público argentino genera cierta distancia y se comporta diferente del tradicional en el tenis. Esto generalmente resulta positivo para los jugadores locales, pero a la vez es molesto y poco usual para los visitantes.

Los suecos ya estarán avisados. Con Maradona, cualquier equipo parece invencible...