Después del duro comunicado de Mercedes-Benz y BMW, Mosley contraatacó elípticamente a las marcas alemanas, recordando su pasado durante los años del nazismo. “Dada la historia de BMW y Mercedes particularmente antes y durante la Segunda Guerra Mundial, entiendo perfectamente por qué quieren distanciarse de lo que ellos han calificado correctamente como el desgraciado contenido de la publicación –señaló–. Infortunadamente, no me contactaron antes de emitir el comunicado para preguntarme si el contenido era verdadero.” La leyenda señala que ambas compañías de automóviles utilizaron durante la guerra mano de obra esclava, pero dados los orígenes de Mosley, llamó la atención que utilizara semejante argumento. El director deportivo de la BMW, Mario Theissen, amplió la posición de la casa de Munich: “Nunca lo contactamos porque nunca tuvimos una explicación de Mosley: él envió su carta (admitiendo el episodio pero asegurando que no renunciará) a los miembros de la FIA, pero no a los fabricantes. Sin embargo, tampoco debiera perderse de vista que este escándalo luce ciertamente como una trampa y eso tampoco resulta aceptable”.