Reinaldo nació el 11 de enero de 1957 en Ponte Nova, estado de Minas Gerais. Con dieciséis años llegó al Atlético Mineiro en 1973 y, ya a esa edad, lo pusieron a practicar con el plantel profesional. Los medios locales citan que jugando para la reserva encaró a un defensor de la primera, le tiró un caño y el técnico lo sacó para evitar una represalia del jugador desairado.

Según los especialistas en estadísticas, además de ser el máximo goleador en la historia del club, es el delantero con la mejor marca en el Brasileirao –el campeonato nacional de su país– con 28 goles en 19 partidos durante la temporada 1977 (1,47 por encuentro). Salió seis veces consecutivas campeón con su club en el torneo mineiro, entre 1978 y 1983. Dos años antes de iniciar ese ciclo arrasador, integrando un equipo muy joven, había ganado el primer título estadual. Fue en una recordada final contra el clásico rival, Cruzeiro, que finalizó 2 a 0. En esa temporada de 1976, el vencido se consagraría campeón de la Copa Libertadores derrotando a River en el tercer partido de desempate.

Convocado para jugar el Mundial ’78, llegó como titular, pero apenas pudo participar en dos partidos y medio de los siete que disputó aquel equipo que integraban, entre otros, Leao, Toninho Cerezo, Zico, Dirceu y hasta el propio Rivelinho. En 1985, después de vestir la camiseta de su único club en 475 partidos y salir campeón por última vez, Reinaldo tuvo que abandonar el fútbol acosado por sus reiteradas lesiones. Este año el Atlético Mineiro cumplió su centenario y eso posibilitó que el goleador y militante de izquierda pudiera contar la parte más desconocida de su historia.