La mujer árbitro tiene un hermano político. Es el intendente de Avellaneda, Baldomero “Cacho” Alvarez de Olivera. Un peronista que le profesa admiración al radical más famoso que vive en el distrito: Julio Grondona. Como si alguna sospecha flotara en el ambiente sobre los motivos de su ascendente trayectoria, Estela, que tiene 31 años y hasta ahora dirigía en el torneo Argentino A, dice un par de veces: “Mi hermano nunca se metió en mi carrera. La gente dice muchas cosas...”.

En enero de 2004, Cacho impulsó que al presidente de la AFA se lo declarara ciudadano ilustre de Avellaneda en una sesión del Concejo Deliberante. “Julio se merece esta distinción, nos da el orgullo de ser nuestro embajador”, lo elogió. Cuatro meses después de esa distinción, el municipio recibió un crédito de 500 mil dólares provenientes de la FIFA para modernizar la infraestructura deportiva del Parque Dominico bajo el paraguas de un programa llamado Goal. Grondona es el vice de la Federación y presidente de su estratégica Comisión de Finanzas.