Por G. V.

Los años que terminan con 9, para Chacarita suelen ser provechosos. A 1969, el de su mayor consagración, hay que sumarle otros. Fundado el 1° de mayo de 1906, el club estuvo a punto de desaparecer en 1915 porque no tenía cancha propia, había sufrido un éxodo de jugadores hacia Platense y dejó de practicar actividades deportivas. Pero el 20 de agosto de 1919 resurgió y esa temporada adoptó sus definitivos colores: rojo, blanco y negro (hasta ese año habían sido celeste y blanco).

El 5 de diciembre de 1959 y en el viejo estadio de madera de San Martín, Chacarita se jugaba el regreso a Primera División. Enfrentaba a Talleres de Remedios de Escalada. Ascendió gracias a los goles de Brookes y Savoy, quien después brillaría en Independiente y Boca. Había bajado a la B en 1956 por segunda vez en su historia.

El 24 de julio de 1999 regresó a Primera después de trece temporadas en el Ascenso. Al equipo lo conducía Héctor Rivoira. Diez años después, con Ricardo Zielinski como entrenador, acaba de suceder lo mismo. Regresó desde la B Nacional como subcampeón de Atlético Tucumán, al que conduce su entrenador del ’99.

La única excepción en estos años que terminan con el mismo número fue 1979. El equipo descendió a la B después de jugar un cuadrangular junto a Gimnasia, Atlanta y Platense (que lo ganó y fue el único que permaneció en Primera). Ahí comenzó su decadencia deportiva y futbolística. Aunque, como siempre sucedió, Chacarita volvió a salir a flote.