A pesar de que Boca o Independiente tienen más títulos en la Libertadores, no puede negarse que es Estudiantes, que acaba de sumar su cuarto halago continental, el equipo argentino más distinguido por los ribetes coperos. El estilo tradicional del club se forjó en aquellas batallas de finales de los ’60, y a juicio de uno de los integrantes de aquel plantel de Osvaldo Zubeldía que los hinchas se conocen de memoria, este equipo campeón de Alejandro Sabella no es tan distinto de aquellos conjuntos disciplinados y sacrificados.

Fundado el 4 de agosto de 1905 en La Plata, el equipo de las rayas verticales rojas y blancas nació como Club Atlético Estudiantes porque entonces la mayoría de sus miembros cursaba con orgullo estudios universitarios. A diferencia de su archirrival, Gimnasia, Estudiantes convirtió su tradición en títulos: cuatro argentinos (1967-1982-1983-2006) y ahora cuatro Libertadores (1968, 1969, 1970 y 2009), una Copa Intercontinental (1968) y la Interamericana (1969).

“Lo único que importa es ganar” o “Defender primero, atacar después” eran máximas de Zubeldía que impuso a través de la marcación dura, novedades tácticas defensivas y otras que iban desde incomodar rivales, faltas intimidatorias sin pelota, simulaciones y hacer correr el tiempo, con lo cual ganó el odio de muchos, pero se transformó en uno de los equipos sudamericanos con más tradición copera. Una tradición que se mantiene.

“Siento una gran emoción al ver jugar a este Estudiantes –opina Oscar Malbernat, un integrante de aquel plantel y ahora secretario técnico de las inferiores del club–. Los muchachos estaban preparados para cualquier contingencia y un dato era alentador: Estudiantes ganó todos los títulos internacionales que disputó afuera del país.”

“A pesar de que no me gusta hacer comparaciones porque suelen ser odiosas y se pueden malinterpretar, veo un paralelo entre este equipo y el de Osvaldo –señaló–. La identidad del equipo y la manera en que lo orienta Sabella son aspectos que lo asemejan a aquellas formaciones de la segunda parte de la década del ’60.”

“Por ejemplo, jugadores que no eran originalmente de Estudiantes, como la Gata Fernández, Braña, Desábato, Andújar, Boselli, Matías Sánchez, Cellay, Ré, Enzo Pérez y ahora Schiavi, se acoplaron con muchachos como Verón, Alayes, Angeleri y Calderón, quienes se formaron en el club.”

“Todos ellos le han dado una tremenda identidad al equipo. Este Estudiantes, entonces, nunca va a defraudar a sus hinchas, cualquiera sea el resultado de un partido”, aseguró Malbernat. “Alejandro siempre les dice a los jugadores que tienen que quedar en la historia y ellos entienden el mensaje. Con Sabella el plantel tiene un plus, porque conoce muy bien la entidad, ya que integró un gran equipo de Estudiantes (1982/85) y está compenetrado de la mística del club”, subrayó Malbernat.