Godoy Cruz se convirtió en la gran sorpresa del torneo. A partir de una localía muy fuerte, donde consiguió mantenerse invicto en siete partidos (cinco victorias y dos empates), el conjunto mendocino construyó una campaña inesperada, de la mano de un entrenador sin experiencia en primera división. Sin embargo, los primeros pasos de Asad muestran a un técnico tranquilo, que no duda en arriesgar en los momentos que necesita y que no piensa sólo en el arco propio, ni siquiera cuando sale de Mendoza. A partir de la solidez defensiva que consiguió, Godoy Cruz muestra un tridente ofensivo muy interesante, con David Ramírez como enganche y con César Carranza y Nicolás Higuaín como delanteros, lo que le entrega velocidad y dinámica en los últimos metros. Hasta ahora, todo lo que logró Godoy Cruz fue sin saberse candidato. Su gran asignatura es mostrar esa misma soltura cuando sienta la obligación de ganar y no le alcance con obtener un “buen” resultado, sobre todo fuera de su provincia.