El escenario inesperado de-sató una tormenta en el campamento argentino. Con el 0-2 tras la primera jornada, David Nalbandian expresó su malhumor por haber tenido que jugar ayer con Gael Monfils, el mejor exponente de los franceses, y no haber podido enfrentarse con Michael Llodra, en teoría un adversario más sencillo. Claro que ese comentario no resultó gratis: el fastidio de Nalbandian llegó como una crítica directa al capitán Modesto Vázquez, que optó por Juan Mónaco como primer singlista, lo que determinó que Nalbandian ocupara el segundo lugar y se viera obligado a medirse con Monfils.

“Creo que el capitán no se animó a hacer los cambios necesarios para que yo juegue con hoy con Llodra”, disparó el líder del equipo argentino luego de la derrota ante Monfils, que dejó al conjunto nacional al borde de la eliminación. Así marcó una clara diferencia con Vázquez, una situación que lleva a recordar otros episodios que parecían haber quedado en el pasado. “Fue una decisión mía que jugara Pico. Lo charlamos el miércoles y decidí jugar así”, remarcó Vázquez en la conferencia de prensa, cuando también admitió que pensaba que los franceses iban a colocar a Gilles Simon como segundo.

La estrategia de Vázquez apuntó a tener chances en todos los singles. “Quiero tener a los tres singlistas frescos durante todo el fin de semana”, argumentó el jueves el capitán argentino. Por el contrario, la idea de Nalbandian era garantizar su punto para terminar el viernes 1-1, aun a costa de entregar el otro individual.

Por una cuestión reglamentaria, el orden de los jugadores quedó determinado antes del US Open, cuando Mónaco estaba mejor ubicado que Nalbandian. Por ese motivo, si Vázquez optaba por el tandilense como singlista, automáticamente Nalbandian se convertía en el número dos y quedaba emparejado con el mejor francés para el viernes. En cambio, para que el cordobés fuera la primera raqueta y tuviera la chance de jugar con Llodra, Vázquez debería haber relegado a Mónaco y colocar a Eduardo Schwank u Horacio Zeballos para jugar como singlista.

“Hubiese sido mejor jugar con Llodra hoy, pero primero me tocó Monfils. Igual había que ganar de cualquier manera. Con Llodra hubiese sido más fácil, pero lo decidió el capitán, no me consultó”, insistió el cordobés, con lo que expuso sus diferencias con el capitán, algo que también se vio durante el desarrollo del juego, en un cambio de lados durante el cuarto set, cuando discutieron de manera acalorada. A su turno, Vázquez se hizo cargo de la decisión de priorizar la elección de Mónaco, aunque no hizo referencias a los dichos del líder del equipo. Según el razonamiento de Nalbandian, con una eventual victoria suya sobre Llodra y otra del dobles, el cuarto partido ante Monfils, con Argentina en ventaja 2-1, habría sido otra historia. Ahora, es probable que la principal arma del equipo se quede sin jugar el quinto punto.

Ante un panorama muy diferente del esperado, una chance con la que se especuló fue la posible inclusión del unquillense en el dobles, pero el tenista rápidamente lo descartó. “No creo que juegue el dobles. Lógicamente no, pero es el capitán quien decide. No entrené para dobles, no creo que haya cambios. Al menos, el capitán no me dijo nada y no es ésa la idea”, indicó Nalbandian.

Sobre el enfrentamiento con Monfils, el argentino reconoció la superioridad de su rival, que le ganó los últimos tres enfrentamientos que tuvieron. “Monfils es un jugador muy completo y hay que estar muy preciso para atacar. El saca muy bien y defiende excelente. Eso lo hace muy complicado”, reconoció David, que marcó al saque como la gran diferencia entre ambos en el encuentro de ayer. “La diferencia fue que sacó mejor que yo, salvo en el segundo set. No saqué bien y en los momentos importantes, él atacó y defendió mejor. El saque hace que te desgastes mentalmente”, precisó el cordobés, que esta vez, parece, no será el héroe del equipo.