Resultó llamativo el marco de público que tuvo la Bombonera, con casi 50 mil personas –la recaudación superó los 100 mil dólares– sobre todo por tratarse de un partido de primera ronda, televisado en directo, y con Boca casi clasificado.
Pero lo más sorprendente fue la cantidad de ecuatorianos que llegaron a Buenos Aires para ver a su equipo. Más de 800 hinchas del Barcelona dieron su presente en el estadio, con banderas, camisetas, y hasta una bandita musical con trompetas incluidas.
Pero casi tan curioso como el número de simpatizantes que llegaron, resultó la cantidad de cámaras fotográficas que trajeron. Como si se tratara de japoneses, los flashes desde el sector que ocupaban los visitantes no paraban de resplandecer.
Claro que el momento de mayor cantidad de fotos coincidió con la salida de Boca a la cancha. Es obvio que con un cambio favorable, un viaje a Buenos Aires desde un país dolarizado, con visita a la Bombonera como extra, se convierte en una propuesta turística muy atractiva.