El gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, negó ayer haber hablado con los jefes de la barra brava de Boca y River para pactar que no haya violencia en el superclásico de mañana, y de esta forma desmintió las declaraciones de su prima Mariana, organizadora de ese partido. “Desmiento todo categóricamente. Las declaraciones de ella fueron malinterpretadas. Yo no tuve contactos con nadie”, aseguró Capitanich en diálogo con radio La Red.

A su vez, el mandatario provincial también negó que Mauro Martín y Martín Araujo, los líderes de la barra de Boca y River, respectivamente, hayan sido recibidos por él en Chaco. “De ninguna manera. Desconozco el contenido y las razones. Si quieren, hagan un seguimiento vía Excalibur de las llamadas. No tengo por qué decir una cosa por otra”, enfatizó Capitanich, que fue denunciado penalmente por la organización no gubernamental Fútbol en Paz en la Argentina, por “instigar, promover o facilitar la formación de grupos violentos” en las hinchadas a partir de las declaraciones que había formulado su prima Mariana.