“No es un partido más, pero tampoco es ninguna guerra”, manifestó el árbitro Pablo Lunati, quien ayer fue designado para dirigir el crucial encuentro que Tigre y San Lorenzo disputarán el próximo domingo en Victoria y que será clave en la lucha que ambos equipos sostienen para no perder la categoría la próxima temporada.

“Estoy leyendo cosas que no parecen de un partido de fútbol. Yo mentiría si dijera que Tigre-San Lorenzo es un partido más, pero no es ninguna guerra”, manifestó el árbitro en declaraciones al canal TyC Sports, en alusión a las declaraciones del entrenador de San Lorenzo, Ricardo Caruso Lombardi, quien había sugerido tal cosa y hasta determinado que si gana Tigre “ganará el mal” y si gana San Lorenzo “ganará el bien”.

“Este partido es un lindo regalo de cumpleaños. Sé el partido que voy a jugar (sic), no soy un tonto, pero llegaremos temprano, hablaremos mucho e intentaremos que la gente se divierta y no vaya histérica a la cancha”, agregó el árbitro, quien ayer cumplió 45 años. “No es la primera final, promoción o encuentro por el descenso que dirigiré. Hay que equivocarse lo menos posible. Igual, es una barbaridad todo lo que se está hablando sobre este partido, como esa idea de un muro para que no se vean los planteles cuando salen a la cancha.”

En Tigre, el delantero Carlos Luna habló sobre el partido del domingo y se refirió al “clima espeso” que se creó alrededor de la suspensión del volante de San Lorenzo, Julio Buffarini. “Me parece exagerado todo lo que se está hablando de este partido”, aseguró y, sobre las declaraciones de Caruso Lombardi, comentó que “no cayeron bien” en el plantel.