El alero de la selección argentina de básquetbol Carlos Delfino aseguró ayer que la derrota ante Francia por la segunda ronda del torneo de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 “no cambia nada” y aseguró que “no es momento de lamentaciones”. Mientras que el escolta Emanuel Ginóbili también le restó importancia a la caída y expresó que le resultó raro jugar ante al francés Tony Parker, compañero suyo en los Spurs, de la NBA.

“Estamos en un grupo muy duro y cualquiera puede ganar a cualquiera. Hoy (por ayer) no se ha podido, pero tenemos que seguir creciendo como equipo para cuando llegue la hora de la verdad estar lo mejor preparados posible”, comentó Delfino. “Francia es un equipo con mucho talento y supo jugar mejor que nosotros en algunos momentos. Creo que pasamos la pelota muy bien por momentos, pero en otros los tiros no quisieron entrar”, añadió el santafesino.

Por su parte, Ginóbili también le restó importancia a la caída. “Son cosas que pueden pasar y que tienen arreglo todavía”, apuntó el bahiense, máximo anotador del partido con 26 puntos. Ginóbili comentó lo raro que se le hizo jugar contra Parker: “Tony es mi hermano y nunca jugué contra él en los últimos diez años. Fue muy extraño para mí, pero no pasa nada”.

Por su parte, el base francés admitió ayer en rueda de prensa, luego del triunfo ante la Argentina, que el plan era cansar a las grandes estrellas rivales, Luis Scola y Ginóbili, un objetivo cumplido en su opinión. “Queríamos cansar a Scola y a Manu y lo conseguimos”, manifestó Parker, quien también admitió que se le hizo extraño enfrentar a Ginóbili. “Manu es especial. Es uno de mis mejores amigos, una persona con la que he pasado mucho tiempo, así que fue raro desear que fallara”, dijo entre risas. Y agregó: “Me voy contento porque anoté un par de canastas importantes y pudimos ganar, pero en realidad nos llevamos la victoria por la defensa”.