¿Se ve por muchos años en esta función de manager o le gustaría ser técnico en algún momento?

–Por ahora, lo único que tengo claro es que sigo por dos años más, hasta que Miguel Calello complete su mandato como presidente. Después veré. Tengo 40 años y puede ser que en algún momento me decida a dirigir, pero en la actualidad me siento muy cómodo en este lugar.

–¿Qué cosas le cambiaría al fútbol argentino si pudiera?

–Es tiempo de bajar otros mensajes, hay que vivir esto de otra manera, con menos dramatismo. La gente tiene que entender que es un juego y que debemos vivirlo con pasión, pero sin locuras. No digo que perder o ganar resulten cosas totalmente indiferentes para los hinchas, pero los malos resultados no pueden justificar los actos violentos y las reacciones desmedidas que a veces se cometen en nombre de un color. Cuando cambiemos y terminemos con esa locura disfrazada de sentimiento, vamos a disfrutar, incluso, de un fútbol mejor.