Ninguna de las tres tiene la victoria asegurada de antemano, tampoco la derrota. Estambul, Tokio y Madrid aspiran a convertirse hoy en sede de los Juegos Olímpicos de 2020. Estas son diez claves para entender mejor lo que podría llegar a pasar.

Apertura. Río de Janeiro fue muy exitosa en 2009 al conquistar los Juegos con un “nos lo merecemos” sostenido por un planisferio en el que Sudamérica aparecía como un “agujero negro” en la historia olímpica. La novedad esta vez es Estambul, que ofrece los primeros JJ.OO. simultáneamente en dos continentes y la incorporación del mundo musulmán a la saga de ciudades iniciada en 1896 en Atenas (ventaja para Estambul).

Diferencia. La elección de Qatar como sede del Mundial de Fútbol de 2022 es una pesadilla sin fin para el organismo que dirige el suizo Joseph Blatter, con periódicas acusaciones de compra y venta de votos, y serias dudas acerca de la lógica deportiva de la decisión. Doha volverá a postularse en el futuro, y la manera más efectiva y sutil de frenarla por mucho tiempo sería elegir a Estambul. El COI no quiere que lo confundan con la FIFA (ventaja para Estambul).

Algo de paz. Los Juegos de Sochi 2014 y los de Río 2016 están siendo, por diferentes razones, un gran dolor de cabeza para el COI. Estambul podría serlo también. Tokio es en cambio garantía de seriedad y confiabilidad... salvo por el desastre nuclear de Fukushima. Madrid podría aparecer entonces como la candidata más segura (ventaja para Madrid).

Exceso. Tras unos Juegos de invierno en la ciudad coreana de Pyongyang en 2018, ir a la misma zona dos años después podría ser visto como un exceso (ventaja para Madrid y Estambul).

Austeridad. Una tendencia que no se refleja en el presupuesto de 19.500 millones de dólares de Estambul, diez veces más que los 1900 de la candidata española (ventaja para Madrid).

Insistencia. La candidatura de Madrid para 2020 es claramente mejor que la de 2012 y cuenta con ajustes positivos respecto de los de 2016. Tras perder 66 a 32 la final ante Río de Janeiro en Copenhague, Madrid decidió volver a presentarse. La campaña actual es una continuidad de las anteriores, y el COI podría premiar esa insistencia (ventaja para Madrid) .

Freno al jeque. El jeque kuwaití Ahmed al Sabah viene ganando elección tras elección en los últimos tiempos, incluyendo su potente respaldo a Buenos Aires para conquistar la sede de los Juegos Olímpicos de la Juventud de 2018. Se cree que apoya a Madrid, y muchos compañeros en el COI no quieren ayudarlo a sumar otro éxito, sobre todo teniendo en cuenta su respaldo al alemán Thomas Bach, favorito para la elección presidencial del martes (ventaja para Estambul y Tokio).

Segunda. Se da por descontado que ninguna de las tres ciudades logrará la mayoría absoluta en la primera votación. La pregunta es entonces adónde irán los votos de la candidata eliminada (ventaja indefinida).

Toque sutil. “Puede ser que la cosa más insignificante te toque el corazón. Todo esto es bastante sutil”, dijo a la agencia dpa un miembro del COI para explicar por qué un voto puede ir para un lado u otro. “Al final lo que importa son las relaciones personales” (ventaja indefinida).

Presentaciones. Estambul apostará a la juventud, Tokio a ser confiable y en lo posible relajada, en tanto que Madrid quiere lograr espontaneidad y emoción. Las presentaciones finales de mañana ante los miembros del COI fueron ensayadas hasta el más mínimo detalle. Pueden sumar un puñado de votos aún indecisos, pero sobre todo hacer que se pierdan otros ganados. Lo esencial es no cometer errores (ventaja indefinida).