El futuro en el Mundial de Luis Suárez está en manos de la FIFA, que tiene la potestad de sancionar retroactivamente al jugador en caso de que el árbitro haya pasado por alto una infracción “obvia”. La clave está en el parágrafo 77.b del código disciplinario del ente rector del fútbol mundial, que permite imponer sanciones en forma retroactiva ante “errores obvios” del árbitro mexicano Marcos Rodríguez.

El italiano Giorgio Chiellini acusó a Suárez de haberlo mordido durante el partido, a diez minutos del final del encuentro. “Estamos esperando el informe oficial del partido y reuniremos todos los elementos para evaluar el asunto”, confirmó la FIFA a la agencia dpa. La esperanza para Suárez y la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) pasa por el hecho de que el parágrafo 77.b fue introducido en el reglamento en 2010, pero jamás fue aplicado.

“Luis Suárez es un tramposo y se sale con la suya porque la FIFA quiere que los mejores jugadores estén en el Mundial. Quiero ver si tienen el coraje de actuar de oficio basándose en el video”, declaró Chiellini a la televisión de su país. “Fue una vergüenza y una desgracia. (El árbitro) expulsó a Marchisio, pero no tarjeteó a Luis Suárez y pasó por alto otras acciones punibles”, enumeró. “Ahora se hablará de la eliminación, de fracaso, pero el partido se vio condicionado por el árbitro, hubo una disparidad de juicio increíble”, concluyó el compañero de Carlos Tevez en la Juventus.

Diego Lugano, capitán de Uruguay, defendió a Suárez, acusando a Chiellini de ser “tremendo alcahuete, mala persona y llorón”. “Las imágenes no muestran nada, fue un forcejeo. Vimos la foto de Chiellini. ¿Cómo se llama? ¿Chiellini? –se mofó Lugano–. Y son cicatrices viejas, se da cuenta cualquier estúpido, hay que ser muy estúpido para no darse cuenta de que esas cicatrices son viejas.”

Y prosiguió: “Italia, fiel a su historia, estuvo todo el tiempo pegando, haciendo tiempo, con la maña de siempre; lo respetamos. Pero si Chiellini salió del partido acusando a Suárez, no se lo vamos a respetar. Si salió llorando y alcahueteando así del campo a un compañero de trabajo, como hombre no alcanza los puntos que tiene como jugador. Si lo dijo, es tremendo alcahuete, mala gente y llorón”.

El entrenador Tabárez fue más escueto: “Esto es un Mundial de Fútbol, no de moralidad barata”, aseveró. Suárez cerró la boca...