Argentina, desde su regreso al Grupo Mundial de Copa Davis concretado hace tres años, accedió en forma consecutiva a semifinales tras conseguir triunfos sobre equipos importantes, con la curiosidad de que sus rivales jugaron en todas las ocasiones disminuidos a raíz de ausencias por lesión de sus principales tenistas. Esas lesiones, que en su momento fueron aliadas del equipo argentino, esta semana se volvieron en contra como si fuera una extraña trama que impide ver un duelo entre los mejores del mundo sobre polvo de ladrillo, con los principales actores sobre el escenario. En 2002, ante Australia, faltaron Hewitt y Philippoussis, y también Rafter por decisión propia. Frente a Croacia, Goran Ivanisevic jugó sólo el dobles pero con enormes problemas físicos. Este año, frente a Alemania faltaron Hass y Kiefer. En cuartos de final, con Rusia no viajó Safin, y Youzhny jugó en inferioridad de condiciones. Ahora Argentina tendrá que resolver este momento particular.