El presidente de la Conmebol, Juan Angel Napout, confirmó que su intención original era que el Superclásico del jueves pasado “continuara jugándose, creíamos que el partido debía seguir, pero el médico del antidoping fue categórico y certificó que no se podía jugar más”, dijo en Asunción, defendiendo la independencia del fallo adoptado por el Tribunal de Disciplina del organismo que dejó a Boca fuera de la Copa Libertadores.

“Como ocurre con los resultados de los partidos de fútbol, ya se sabía que la decisión que adoptaran los jueces de Conmebol no iba a agradar a una de las dos partes, pero fue una decisión independiente”, aseguró Napout. “Siempre hay un riesgo cuando se juntan en un estadio 40.000 personas”, pero “los violentos son una minoría que no pasa del centenar”. Napout afirmó que existe el riesgo de que la Conmebol pierda media plaza para el Mundial de Rusia “pero no tiene nada que ver lo que pasó en el Boca-River”.