Para la joven selección de Marruecos no es un amistoso más. No sólo porque la Federación marroquí pagó 900 mil dólares para el concurso del equipo argentino sino porque puede ser una gran oportunidad para demostrar que la actuación en la reciente Copa de Africa de Naciones no fue una casualidad.
La Argentina será el primer rival de envergadura de los “Leones del Atlas” desde la final de la Copa, disputada en febrero, en la que los marroquíes cayeron derrotados 2-1 por el país anfitrión, Túnez, después de haber goleado 4-0 a Mali en la semifinal. Los jugadores y el entrenador Baddu Ezzaki fueron recibidos como héroes en Marruecos y condecorados por el rey Mohamed VI.
Tras los pobres resultados de los últimos años, incluida la eliminación en primera ronda del Mundial de Francia 1998, y la ausencia en el de Corea-Japón 2002, siempre con técnicos extranjeros, la Federación marroquí le confió la selección a un entrenador local, el ex arquero del Mallorca, Ezzaki. El entrenador reunió a una serie de jóvenes casi desconocidos en su propio país que jugaban y se habían formado en equipos europeos, principalmente franceses, ingleses, españoles o alemanes, junto a veteranos como Nouredín Naybet, defensor de La Coruña, que es el símbolo del equipo. Marruecos está 30º en el ranking de la FIFA.
A excepción de los arqueros, los demás integrantes de la selección juegan en el extranjero, con figuras como Chemakh (Girondins), Zairi (Sochaux), Zaza (Brondby), Safri (Coventry), Hadji (Bastia), Ouaddou (Stade Reims), Regragui (Ajaccio) o Mochtari (Wacker). Como el nivel del campeonato local es muy bajo, Ezzaki prefirió confiar en jugadores formados en las principales ligas europeas. Para este partido, el técnico citó a 27 jugadores, de los cuales sólo cinco juegan en el torneo marroquí. Recién ayer comenzaban a llegar a Casablanca el resto de los convocados.
La euforia futbolística podría volver a desatarse en el país si el próximo 15 de mayo el Comité Ejecutivo de la FIFA elige a Marruecos como país organizador de la Copa del Mundo del 2010. Pero la Argentina votará en bloque con la Confederación Sudamericana en favor de los sudafricanos.