Con su presencia en la mitad de la cancha, Argentina tuvo juego y recuperación. Javier Mascherano volvió a cumplir otra destacada actuación en el equipo de Bielsa, al cual retornó como titular después de cumplir una fecha de suspensión. Además de cortar casi todos los avances colombianos en la zona de creación del conjunto rival, el volante de River entregó la pelota con criterio y con su actuación le permitió a la Selección plantear el partido en el campo adversario. Pero no fue el único mediocampista que brilló en el elenco argentino. Después de varios partidos deslucidos, Luis González, que convirtió el segundo gol argentino después de una brillante acción colectiva, jugó en un gran nivel y cumplió su mejor trabajo en la Copa América.
Carlos Tevez marcó otro gol de tiro libre y, aunque no lució como en el partido contra Perú, el jugador de Boca nunca se escondió: pidió siempre la pelota y debió luchar contra la férrea marca que los volantes de contención del equipo colombiano ejercieron sobre él. A pesar de ello, realizó un gran despliegue físico para tratar de mostrarse. Sorin, con sus proyecciones por la izquierda, resultó fundamental para que Argentina creara peligro por ese sector. Con un cabezazo el lateral señaló el tercer tanto argentino y redondeó una gran labor.
En la zona central de la defensa, Heinze desarrolló un trabajo impecable. Salió con prolijidad y no cometió errores en la marca. Al igual que el otro marcador central; Coloccini. En el ataque, Luciano Figueroa se mostró activo presionando sobre la salida de los defensores rivales, pero no pudo concretar situaciones de peligro con su presencia ofensiva. Mauro Rosales, que ingresó en reemplazo de Delgado, puso una brillante asistencia en el último gol argentino y cumplió una aceptable tarea.