El presidente del Atlético Madrid, Jesús Gil y Gil, dijo ayer que es “muy difícil” que su equipo fiche a Juan Román Riquelme. “Lo veo muy difícil”, dijo el directivo, quien irónicamente señaló que para pagar la suma que solicitó el jugador –a través de su representante Marcos Franchi– debe “salir a robar carteras”. En declaraciones radiales, Gil y Gil confirmó que el secretario deportivo del club, el portugués Paulo Futre, se reunió el martes con Franchi para negociar el pase del jugador, en un encuentro que el empresario en principio había negado. En ningún momento trascendieron las cifras que se consideraron en el encuentro, pero posteriormente el representante del jugador confirmó, en declaraciones desde Madrid, que la posibilidad de conseguir una transferencia para el ahora decidido Riquelme parece remota, debido a la evidente retracción del mercado europeo: “Los clubes tienden a realizar operaciones de canje y trueque entre sí, y no parecen dispuestos por ahora a desembolsar sumas altas en jugadores de otros orígenes”. Habrá que esperar.
En otro orden, siempre dentro del panorama de ventas que parece ser el leitmotiv boquense a esta altura del año, el Nantes de la Primera División francesa, donde actúan Néstor Fabbri y Mauro Cetto, estaría interesado en adquirir a Roberto Abbondancieri. El jugador está siendo observado por enviados y la pretensión de Boca es cederlo en forma definitiva. No se ha hablado de cuánto dinero. Por otra parte, un club de México (¿será La Piedad, el mismo que incorporará a Cristian Traverso?) estaría dispuesto a contratar a Marcelo Delgado. El problema es que el Chelo es caro: Boca quiere 7 millones de dólares. ¿Quién se los va a dar?
Otras transferencias parecen más factibles. Difícil que Gaitán siga, por ejemplo, una vez que se venza el préstamo en junio; se iría a Central o a Vélez. Y Matías Arce y Facundo Imboden, que jugaron el Clausura para Belgrano, se sumarían a Olimpo, recientemente ascendido a Primera División, si es que Sergio Batista arregla con los de Bahía. Y la última es la del destino del tan llevado y traído Tony Barijho. Ayer viajó rumbo a Suiza para integrarse al Grasshopers de la Primera División de ese país. En caso de pasar el correspondiente reconocimiento médico, el delantero se quedará a préstamo hasta fin de año, con una opción de compra de 2,5 millones de dólares.