Señalada como favorita, encumbrada como representante del fútbol para exquisitos, Argentina intentará demostrar ante Túnez que todo lo que se dijo en los últimos días tiene sustento. La presión no es poca, porque la prensa alemana calificó los primeros 45 minutos del 3-1 de Argentina ante Brasil como la mejor exhibición de fútbol “que se vio en los últimos años a nivel de selecciones”. No es entonces suficiente para los albicelestes el triunfo ante Túnez. Eso se da por descontado. Los que se le pide al equipo de Pekerman es ganar, gustar, y, si fuera posible, golear. Enfrente estará un equipo que, pese a llegar como campeón de Africa, poca historia y peso futbolístico tiene para ofrecer.
Pero Pekerman, prudente y mesurado como es, apunta más a junio de 2006 que al choque que comenzará a las 13 en el RheinEnergie Stadion de una Colonia entusiasmada con la presencia de las estrellas del fútbol. Quiere aprovechar la Copa de las Confederaciones –un torneo sin historia y que no genera pasión entre los aficionados– para ir definiendo el perfil de su equipo. Ahora, a menos de doce meses del Mundial, sabe que llegó la hora de confiar en un bloque claro, en una base definida y definible. “Mi idea es tener un grupo de muchos futbolistas con posibilidades. Lo más importante que tiene el equipo son sus muy buenas individualidades. Necesitamos integrarlas más, hemos cambiado mucho y necesitábamos estos días para tener más ambientación”, admitió.