Para esta temporada, la NBA pretende implementar un código de vestimenta, que ya despertó numerosas críticas y en el que muchos jugadores ven una medida encubierta de racismo. El nuevo reglamento exige que los jugadores usen camisas, abrigos o sacos adecuados, zapatos y pantalones de vestir, cuando estén en lugares públicos en función de la NBA, y a la entrada y salida de los estadios. Tampoco estarán permitidas las cadenas, las gorras y los auriculares, entre otros objetos. Por ese motivo, ya se alzaron voces de basquetbolistas que consideran las medidas como un ataque a la cultura “hip-hop”. “No pienso que el código de vestuario sea bueno para la Liga. Los individuos que usan esas ropas no desean usar otras, y eso hace que todo el asunto sea una falsificación”, expresó Allen Iverson, una de las estrellas de la liga y uno de los máximos defensores de la moda “hip-hop”. “Es una declaración racista, porque la mayoría de los individuos que están usando las cadenas son de mi edad y son negros”, comentó Stephen Jackson, ex compañero de Emanuel Ginóbili en San Antonio Spurs. Dale Davis, de Detroit, también expresó su bronca: “Mucha gente viste acorde con su cultura y sus antecedentes étnicos. Es duro que le quieran quitar a uno su cultura”. Lo concreto es que, más allá de las quejas de los jugadores, el código se implementará a partir de esta temporada y está previsto que los que no lo cumplan reciban fuertes multas, aunque en principio simplemente serán apercibidos. “Los equipos serán los responsables por la aplicación del código. Nosotros estaremos mirando más el espíritu de la ley, y no de la carta”, comentó el comisionado de la NBA, David Stern, que intentó restarle importancia al tema: “No vamos a volvernos locos. Sólo queremos que nuestros jugadores vistan correctamente”.