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• SUBNOTA › PUERTA ASEGURA QUE EL ESPIRITU DEL FALLO LO FAVORECE
“Voy a probar mi inocencia”
Mariano Puerta aseguró que el “espíritu del fallo” que lo condenó a ocho años de suspensión ratifica su “inocencia” y que por eso apelará la medida. “Esta decisión del tribunal de la ITF dejó en su contenido mi buen nombre y honor a salvo, porque quedó comprobado que no tuve ningún interés en defraudar con el uso de sustancias prohibidas. Por eso voy a probar mi inocencia, más allá de las rígidas medidas del reglamento, que tornan esta sanción injusta”, expresó Puerta en un comunicado. Uno de los abogados que está trabajando en la apelación es el ex ministro de la Corte Suprema Eduardo Moliné O’Connor.
Puerta tomaba café y agua en la cafetería del estadio de Roland Garros junto a su mujer, la actriz Sol Estevanez, su suegro, el productor televisivo Enrique Estevanez y su suegra. En un momento fue al vestuario y cuando retornó a la mesa, buscó un vaso para beber agua. Inadvertidamente, bebió del mismo vaso en el que, minutos antes, su mujer había vertido para su consumo una dosis del medicamento Effortil, que suele administrarse en momentos de stress como los que vivía previos a la final del Abierto de París. Esa fue la versión que Puerta dio en la audiencia de la Federación Internacional de Tenis, en Londres, en la primera semana de este mes, para abogar por su inocencia en la acusación de doping. El entorno del jugador, encabezado por su representante Jorge Brasero, confiaba en que el tribunal de la FIT creyera esa versión de los hechos. Y el tribunal, según se desprende de las 37 carillas que precisó para fundamentar su fallo, le creyó. “El jugador puede estar diciendo la verdad”, señala, pero “no es común que se den tantas circunstancias”.
“La sustancia etilefrine que me encontraron la contiene un medicamento que toma mi esposa y el consumo fue puramente accidental y sin mi conocimiento”, argumentó el cordobés, quien aclaró que la cantidad ingerida “fue mínima (menos de una gota), Por eso no pudo tener ninguna incidencia en mi performance en Roland Garros” señaló.
“Es que de ninguna manera arriesgaría mi carrera con una conducta deportiva como ésta. Y eso está claro porque mi actuación en el Abierto de Francia armonizaba con los resultados obtenidos desde principios de este año”, advirtió el tenista.
“Sin embargo, pese a que las conclusiones de la sentencia a las que arribó la FIT reconocen la ingesta accidental, fuera de mi conocimiento y en una dosis incompatible con cualquier intento de doping, me sancionaron con ocho años de suspensión, lo que constituye una injusticia tal que hasta el propio tribunal me invitó a apelar”.
El cordobés apuntó que, como está “convencido” de su razón porque se le reconoció “la inocencia”, y atento a que la interpretación de las reglas conduce a “un resultado incompatible con los principios básicos de la justicia”, apelará la medida para lograr directamente su “revocación” y obtener así “una jurisprudencia que proteja al deporte lealmente jugado”.
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