La crisis económica en el fútbol uruguayo también ha provocado otras situaciones similares a las de Tanque Sisley. En el inicio del torneo de Segunda de este año, los clubes Huracán Buceo y Villa Española quedaron marginados del campeonato porque no pudieron ponerse al día con los sueldos de los jugadores. En abril pasado, River de Montevideo sufrió el secuestro judicial de sus trofeos, el mobiliario de su sede, y hasta los arcos de su estadio, por una deuda de 60 mil dólares reclamada por el preparador físico. También en octubre de 2004, Racing de Montevideo padeció el secuestro de los arcos de su estadio por una deuda de 30 mil dólares con un estudio de abogados. La Justicia embargó también arcos, sillas, mesas, máquinas de escribir, vitrinas, y hasta el techo de la cancha de fútbol cinco. Luego, una jueza atendió a una apelación y le devolvió los arcos.