Los norteamericanos se quejaron del arbitraje, una constante en el Mundial. “El árbitro favoreció a Alemania. No sé si la FIFA habló con él pero fue raro ver la cantidad de faltas que les dio a ellos cuando se tiraban y nosotros no le tocábamos”, indicó Claudio Reyna, el capitán del seleccionado estadounidense.
Reyna se quejó del penal no cobrado por el escocés Hugh Dallas que pudo haber cambiado la suerte del partido. “Yo tiré el córner, y me pareció ver la pelota dentro del arco. Además, hubo alguna mano por ahí para que no entrara”, dijo. Su compañero Tony Sanneh fue más enfático: “No estoy seguro de que fuera gol, pero sí vi la mano”, aseguró. Para el técnico Bruce Arena, “los equipos grandes, como Alemania, siempre tienen una ayuda adicional a estas alturas del campeonato”.
Oliver Kahn, el jugador más destacado de Alemania, reconoció que la victoria “no fue bonita”, pero que esa circunstancia “estará olvidada en dos días”. Para el arquero, lo importante fue volver “a estar entre los cuatro mejores del mundo, algo que queríamos recuperar para el fútbol alemán. Estoy orgulloso de haberlo conseguido con este grupo de jugadores”, manifestó. “Como arquero, sé que un gol en contra nos hubiera puesto las cosas muy difíciles. Había mucha tensión, y terminé rendido”.
El técnico alemán, Rudi Voeller, dijo estar “muy contento con el resultado pero no con la forma” en que se consiguió. “Jugamos muy empastados, demasiado cuidadosos, en lo cualitativo hubo cosas que no me gustaron y si seguimos jugando así, en semifinales esto se acaba”, analizó el técnico, reconociendo como aspecto positivo “la forma en la que los muchachos lucharon”. Sin embargo, la falta de nivel que mostró el equipo no le quita el mérito del triunfo. “El que estemos en semifinales es algo sensacional”, manifestó.