¿Qué festejaron los croatas? Perdieron el partido y cualquiera que no hubiese visto lo ocurrido podría pensar que habían dado el batacazo superando a los brasileños. Festejaron que perdieron sólo por un gol y también que el equipo jugó bien y no mereció la derrota. Festejaron no quedar tan mal parados para lo que se viene si la cosa tiene que definirse por diferencia de gol con los australianos, y que las grandes estrellas casi no jugaron y los propios fueron verdaderamente agresivos en el segundo tiempo, y que todo el mundo va a reconocer que cumplieron una actuación digna y... Festejaron que están acá, en el Mundial, y para ellos es una fiesta más allá de todo.

Demasiadas razones tuvieron entonces para tapar con sus gritos a los brasileños cuando acabó todo y para copar la parada, a pesar de que eran un poco menos en número. Todos vestidos con las clásicas camisetas cuadriculadas como tableros de ajedrez, movieron cada una de las piezas de la imaginación en su cantos antes y durante el partido. Antes, por todos lados, cantaban una curiosa canción con música de “Guantanamera” que decía algo que, en castellano sonaba como “Coco Basile//aguanta Coco Basile”. En realidad, explicaron que lo que la canción dice es algo como “cuántos que somos”... Eran muchísimos los que estaban en la cancha y también los que se quedaron en la puerta por falta de entradas a palpitarlo por los gritos que llegaban a la distancia.

Los brasileños también celebraron, pero cuando el árbitro marcó el final. Los últimos minutos los vivieron con mucho susto, pese a que no pasaron por reales situaciones de riesgo. Las camisetas amarillas eran mayoría, pero recibieron el apoyo de muchos locales que admiran su color y su calor. Los croatas en cambio, eran todos auténticos hinchas que se vinieron especialmente o que viven en Berlín, que son cientos de miles. Ellos, fundamentalmente, pusieron el tono futbolero a la fiesta.