La familia Acosta, cuando Adriana desapareció, no tenía demasiadas precisiones sobre su militancia política. Teresa, la madre, sostiene que cuando su hija mayor comenzó a estudiar en La Plata “no nos contó más nada”. Sin embargo, con el paso de los años, un dato cobró forma en el fárrago de denuncias sin respuesta, hábeas corpus desatendidos por los jueces y gestiones realizadas por abogados inescrupulosos. Una persona les confió que Adriana había formado parte del Partido Comunista Marxista Leninista (PCML), una pequeña agrupación política con incidencia –sobre todo– en el ámbito universitario de La Plata. Ese dato lo verificaron tiempo después. En julio de 2004, Silvia López Massip, la coordinadora del Area Casos y Situaciones de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, les envió una carta confirmándoles que Adriana había pertenecido al PCML. Esta certeza permite vincular la militancia de la jugadora de hockey con la de algunos rugbiers del club La Plata que aún continúan desaparecidos. Santiago Sánchez Viamonte, para muchos, el mejor jugador de la historia en el equipo de Manuel Gonnet, era un cuadro del PCML. Fue secuestrado por una patota de la Armada en Mar del Plata el 24 de octubre de 1977. Cuando se lo llevaron, estaba junto a otros compañeros del club y a su esposa, Cecilia Eguía, la hija de un ex presidente de la misma institución.