–¿En algún momento se sintió maltratada por el público o la prensa?

–Ese es uno de los aspectos a trabajar para un deportista. A uno nadie le enseña cómo hay que manejar eso. Me acuerdo de que cuando recién me iniciaba leía artículos negativos sobre mí. Y me dolía mucho. No entendía muy bien por qué las críticas, de dónde venían.

–¿Pudo eso haber influido en que se retirara tan temprano?

–Eso es difícil saberlo, fue un proceso de muchos años. Quizá por dentro eso me fue afectando. Quizá fue otro motivo más. Pero de a poquito lo fui anulando, empecé a no leer más las cosas que salían...

–Y menos mal que no había Internet...

–Sí, menos mal, aunque las cosas te llegan de todos modos. Es difícil bloquearlo. Pero lo más lindo que me pasó fue el cariño y apoyo de la gente. Cuando jugaba en Nueva York sabía que la gente me estaba mirando en la Argentina, y yo, sabiendo eso, me sentía mucho mejor. Era linda esa conexión con la gente.