La Corte Suprema de Justicia cerró el cerco sobre los seis barrabravas prófugos de Boca al rechazar los recursos que habían presentado para evitar ir a la cárcel. El máximo tribunal desestimó los planteos, entre otros motivos, porque todos ellos se encuentran prófugos desde el viernes 9 de marzo pasado, cuando su condena por coacción agravada fue confirmada por la Sala Tres de la Cámara de Casación.

El líder de la barra, Rafael Di Zeo, había reclamado a la Corte que se consideraran prescriptas las lesiones en las que había incurrido en perjuicio de simpatizantes de Chacarita en un partido a puertas cerradas en marzo de 1999. Su abogado, Marcelo Rocchetti, admitió ese delito, pero no el de coacción agravada, por el que su cliente resultó condenado por el Tribunal Oral en lo Criminal Seis en septiembre de 2005 a más de cuatro años de cárcel.

Ante la falta de resultados de la búsqueda de los condenados por parte de la Policía Federal, el Tribunal ordenó a la Gendarmería que se sumara a la pesquisa para dar con ellos y enviarlos a prisión. Además de los hermanos Di Zeo, se encuentran prófugos Juan Antonio Castro, Diego Marcelo Rodríguez, Gustavo Pereira y Adolfo Kruger.