Los Juegos Panamericanos que se realizarán en Río de Janeiro entre el 13 y el 29 de julio tendrán deportes que el comité organizador eligió con un discutible criterio de selección. Por ejemplo, Argentina se verá perjudicada por la eliminación de la pelota y la disminución de pruebas en el patín, así como Brasil escogió seis deportes no olímpicos que favorecen su cosecha de medallas, sobre todo el futsal (los restantes son bowling, karate, esquí acuático, patín y squash).

Para Osvaldo Arsenio, quien además de integrar el staff de la Secretaría de Deporte preside la Comisión Técnica de la Federación Internacional de Natación, “hay algunos deportes que se han mantenido dentro del programa panamericano y olímpico que no son más representativos que otros que se eliminaron. Pasó que han sido mejor defendidos por más de un lobby o circunstancialmente sirvieron a determinados países para ser mejor representados”.

El director nacional sugiere que algo de eso pasó en Buenos Aires cuando se desarrollaron los Juegos Odesur en noviembre de 2006: “Fue absurdo lo que ocurrió con las pesas, que tenían más medallas que la natación y el atletismo. Brasil no se preocupó por eso porque no tenía chances en esa especialidad e igual pensó que iba a ganar los Odesur. Pero fue un desaguisado total”. Arsenio aludió a que en las competencias de pesas se entregaron medallas en tres modalidades: arranque, envión y total. Según explicó, la decisión corrió por cuenta de la propia organización de esos Juegos.

–¿Se puede sospechar entonces que Brasil armó ahora unos Panamericanos a su medida?

–No, porque Brasil tiene un gran deporte y no diría que si esos Juegos se hicieran a medida de Argentina nosotros les podríamos ganar. Ellos defienden su inversión en el terreno deportivo y no me parece mal.