El sueño se concretó. Con una labor superior a la esperada, Argentina obtuvo ocho victorias consecutivas y se metió en la final del Mundial. Su rival a partir de las 17.30 será Yugoslavia, el actual campeón del mundo y principal favorito a repetir el título (televisa ESPN+). La gran incógnita pasa por saber si Argentina podrá contar con Emanuel Ginóbili, que ayer ante Alemania se retiró con un esguince de tobillo. “Manu tiene el tobillo muy hinchado, lo hemos infiltrado, y si se reduce el dolor podrá jugar. No es tan grave como parecía”, comentó el entrenador Rubén Magnano.
Para llegar a la gran final, los dos equipos recorrieron caminos diferentes, aunque ambos consiguieron la hazaña de batir al Dream Team estadounidense. Mientras que los argentinos impresionaron con su rendimiento desde el comienzo del torneo, los yugoslavos se mostraron más irregulares, perdieron dos partidos y recién se emplearon a fondo cuando se les complicó la situación. El campeón sudamericano llegó invicto a la final luego de superar en la primera ronda a Venezuela (107-72), a Rusia (100-81) y a Nueva Zelanda (112-85). En la segunda fase batió a China (95-71), a Alemania (86-77) y a Estados Unidos (87-80). En cuartos de final venció a Brasil (78-67) y en la semifinal a Alemania (86-80).
El monarca europeo arribó a la final tras vencer en la primera ronda a Angola (113-63), caer con España (69-71) y derrotar a Canadá (87-71). En la segunda fase perdió con Puerto Rico (83-85) y luego venció a Brasil (90-69) y a Turquía (110-78). En cuartos de final batió 81-78 a Estados Unidos y en la semifinal a Nueva Zelanda (89-78). En el historial, argentinos y yugoslavos se cruzaron en tres ocasiones, siempre con triunfos de los europeos. En Uruguay ‘67 fue 93-69; en España ‘86, 87-68 y en Grecia ‘98, 70-62. Una linda ocasión para que este equipo argentino siga desafiando a la historia.