“Un triple de los yugoslavos en el último segundo, como contra Australia en el mundial sub-22 que ellos organizaron, hubiese sido preferible a que los árbitros nos robaran el partido”, aseguró el pivot del seleccionado Gabriel Fernández.
“Algunos dicen que los jueces no iban a cobrar esa falta que le hicieron a (Hugo) Sconochini, porque hubieran dado los tiros libres del campeonato justo ante los yugoslavos, que son los que a nivel dirigencial manejan los intereses de FIBA, pero yo pienso distinto –aclaró–. Si no querían quedar expuestos en una acción de ese tipo para ninguno de los dos, entonces tampoco le hubieran cobrado la infracción anterior a (Vlade) Divac. Si bien los erró, con que hubiera acertado uno ya se llevaban el título en el tiempo regular, ya que faltaban seis segundos. Por eso digo que los árbitros favorecieron abiertamente a Yugoslavia”, enfatizó.
“Ganarle al Dream Team y quitarle el invicto en su propia casa fue histórico –señaló el pivot–. Me enorgullezco de haber formado parte de esa conquista. Porque los primeros en vencerlos fuimos nosotros y eso no nos lo quita nadie. Después hubo problemas entre ellos y perdieron dos partidos más con Yugoslavia y España, pero ya no importaba.”