Con la precariedad que implica analizar las estadísticas del Indec referidas a la evolución de precios, ayer el cuestionado organismo oficial difundió un informe precisando cuál fue el impacto según la estructura de consumo por quintil. De acuerdo con ese documento, la evolución del costo de vida durante el segundo semestre del año pasado afectó más a los sectores medios-altos que a los de menos recursos. Evaluación por lo menos controvertida teniendo en cuenta que los precios de los alimentos registraron una fuerte suba, aunque no registrada por el Indec.

El organismo oficial dio a conocer las “Variaciones de precios según la estructura de consumo”, que establece una división en cinco quintiles de la población, donde el primero representa a la población de menor recurso y en el quinto se ubican los de mayor poder adquisitivo. Con un promedio de aumento de precios del 4,4 por ciento entre julio y diciembre, el cuarto quintil registró un aumento del 4,8 por ciento. En tanto el tercer quintil, que serían los hogares con ingresos medios, y los del quinto quintil, el más alto, tuvieron un promedio del 4,5 por ciento, una décima por encima del promedio. En tanto los sectores medios-bajos, segundo quintil y primero, registraron índices de inflación del 4,0 y 3,8 por ciento, respectivamente.

Ese resultado lo obtuvo el Indec al destacar que la inflación afectó en mayor medida a los segmentos más altos de la sociedad por la suba en la compra de automóviles cero kilómetro y el mantenimiento de vehículos en general. En la planilla oficial se observa que para los dos tramos superiores el rubro “transporte y comunicaciones” mostró un alza de 9,1 y 7,7 por ciento, respectivamente. Según el Indec, la compra de vehículos nuevos aumentó en 2007 un 10,3 por ciento y el mantenimiento, 14,8 por ciento. En los demás rubros la diferencia más significativa se dio en “indumentaria”, ya que para los más pobres la ropa subió 0,2 por ciento, mientras que para los más ricos bajó 5,1 por ciento. Para el Indec, el decil de mayores ingresos (las familias del 10 por ciento más rico”) comprende a 2,4 millones de personas.