El gobierno de Cristina Fernández de Kirchner puso toda la carne al asador frente al mayor conflicto político desde que asumió la presidencia. El lockout del campo generó que ayer, además de sus funcionarios, dos aliados de peso del Ejecutivo, como Hugo Moyano de la CGT y Juan Carlos Lascurain de la Unión Industrial Argentina (UIA), criticaran públicamente el paro de los productores agropecuarios. Además, gobernadores y distintos dirigentes también les pidieron calma y llamaron al “diálogo” con la Nación. Moyano avisó que los camioneros van a pedir permiso para pasar por donde haya cortes de ruta, aunque aclaró que “de ninguna manera se va a utilizar la violencia, en todo caso la utilizarán ellos”. En medio de estas declaraciones, la UIA sostuvo que “hay que frenarse, tranquilizarse y buscar los caminos que llevan al diálogo”, porque la continuidad de las protestas puede “llevar a producir situaciones no deseadas en las rutas”. En medios ruralistas se siguió con preocupación la prohibición de las exportaciones de carne si hay desabastecimiento, que decidió el Gobierno, como adelantó Página/12 el viernes.

Las críticas al paro del campo no se tomaron respiro en Semana Santa. “Si un tipo te viene (en la ruta) con hierros, con cemento, ¿qué tiene que ver con el campo?”, se preguntó el titular de la CGT, quien argumentó que “la gente que no tiene nada que ver con el campo no tiene que ser sacrificada, estar días ahí” en el piquete. Sin embargo, Moyano les bajó el tono a las declaraciones de su hijo Pablo, secretario adjunto de los camioneros, quien había asegurado que van a “pasar delante de cuanta Federación Agraria haya en la ruta” para “garantizar la libre circulación”. El líder sindical avisó que “en determinados lugares los sindicatos del interior del país les van a pedir que los dejen pasar a los camioneros, que no tienen nada que ver con el paro”, lo que se haría “sin utilizar la violencia”.

El titular de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, adelantó que “se mantienen los cortes y desde el lunes se intensificará la presencia en las rutas”. “Habrá también –agregó– una participación masiva de los productores lecheros, que vienen exigiendo hace tiempo políticas para revertir su difícil situación.” En su crítica a los empresarios rurales, Moyano aseguró que “las ganancias más grandes se las llevan los acopiadores y los exportadores”, aunque reconoció que “a veces los productores no reciben el mismo margen de ganancias”.

Aunque con una postura mucho más mesurada, el Gobierno también sumó críticas al campo desde el lado empresario. El titular de la UIA afirmó que “es el momento del diálogo en la Argentina. Hay que calmarse, reflexionar, y tender al diálogo”. Para Lascurain el lockout “es un tema muy delicado”, y destacó que “hace 20 días, en el Congreso, la Presidenta habló del Acuerdo del Bicentenario con todos los sectores, haciendo foco en la educación y en lo social”. “Seguramente –aclaró– el Gobierno tomó medidas que cree que son razonables. Y aquellos que no creen eso, se tienen que sentar y explicar por qué no lo creen así. Ese es el camino de la Argentina del Bicentenario.” El empresario metalúrgico ejemplificó con su caso los conflictos que genera a los rubros ajenos al campo el corte de rutas: “Tengo dos equipos para entregar en Bolivia desde hace una semana, y está todo parado en fábrica. Eso me ocasiona problemas y también multas por atrasos en la entrega”.

Desde la provincia de Santa Fe, el gobernador socialista, Hermes Binner, llamó a “aprovechar este momento tan virtuoso que viven a nivel mundial los productores de alimentos”. Fiel a su estilo mesurado, Binner aseguró que conversó con su par de Córdoba, Juan Schiaretti, y que ambos tienen “una actitud importante para lograr un acuerdo”. “Queremos encontrar soluciones al conflicto pero insisto en que el diálogo es el único camino”, concluyó. El ministro del Interior, Florencio Randazzo, pidió “reflexión” a las entidades del agro, y advirtió que los piquetes “no contribuyen” a una solución del conflicto. Hace ya varios días que distintos funcionarios, incluido el ministro de Economía, Martín Lousteau, calificaron como “exagerada” la medida que tiene a los tractores en las rutas. “Tienen una importante rentabilidad. A mí no me lo cuenta nadie. Soy un hombre de campo”, afirmó Randazzo.