Mié 26.03.2008

ECONOMíA  › COINCIDENCIAS DE INDUSTRIALES ARGENTINOS Y BRASILEñOS PARA IMPULSAR PLANES COMUNES

Los une el temor a la invasión china

Las cámaras industriales de ambos países se comprometieron a trabajar en conjunto para enfrentar el complejo contexto internacional por la crisis de Estados Unidos y la expansión exportadora de China. Por ahora, quedaron fuera de agenda los temas de los autos y el gas.

› Por Cledis Candelaresi

Desde San Pablo

Más que unidos por el mutuo amor que se proclaman, los gobiernos y los industriales de Argentina y Brasil están en esta coyuntura hermanados por el espanto de la competencia china y de los cimbronazos financieros internacionales. Ese estado de ánimo quedó expuesto ayer en San Pablo, en el piso 15º del enorme edificio sede de la Federación de Industriales de esta ciudad (Fiesp), escenario del seminario que Cancillería organizó para que las pymes locales consigan exportar más y para que los capitales brasileños sigan apostando al país, aunque con el desarrollo de nuevos proyectos y no absorbiendo a las empresas locales más prósperas. Fuera de agenda quedaron la integración automotriz y la disputa por el gas boliviano, algunos de los temas que enrarecen el clima bilateral.

Minutos antes de sortear el imposible tránsito paulista en helicóptero para llegar al aeropuerto y embarcar rumbo a Brasilia, Paulo Skaf, titular de la Fiesp y hombre de gran predicamento sobre el empresariado y la administración estatal, propuso trabajar en aquella línea. “Generalmente las reuniones con Argentina son para discutir contenciosos. No perdamos tiempo en cuestiones menores de algunos sectores. Nuestro problema está en la relación con otros países: China, Doha o la crisis de Estados Unidos”, fue la síntesis que hizo el líder de los industriales paulistas.

Calzados es un sector “sensible”, protegido básicamente de la competencia brasileña. Pero Argentina fabrica 100 millones de pares por año, Brasil 700 millones y China 2000 millones. Esas diferentes envergaduras de producción –correspondientes a distintos tamaños de mercados– describen el problema común que se está esbozando. Durante la cena del lunes en el Jockey Club y en una reunión a puertas cerradas que siguió ayer a la apertura del seminario “Oportunidades de negocios en la Argentina”, los hombres de la Fiesp definieron esa estrategia global con sus pares de la Unión Industrial Argentina, cuya cúpula viajó a esta ciudad liderada por el metalúrgico Juan Carlos Lascurain. De ahí surgió la idea de armar grupos de trabajo bilaterales para ver cómo moverse juntos en un escenario internacional que presenta riesgos, como la competencia de productos asiáticos, pero también oportunidades para encarar negocios conjuntos, como los desarrollos informáticos.

Esa proximidad estratégica no elimina las dificultades del complejo vínculo binacional. El canciller Jorge Taiana subrayó que la relación comercial es deficitaria para la Argentina, fundamentalmente en el sector industrial y en autos, en particular. Ahí tocó un punto sensible. Los dos países están discutiendo un acuerdo de intercambio automotor con el propósito de superar un desencuentro fundamental. La administración de Lula quiere librecomercio cuanto antes. La de Cristina Fernández de Kirchner anhela prolongar el amparo del comercio administrado y proteger a sus autopartistas.

Las diferencias se replican en otros renglones, como el de televisores. Buenos Aires acaba de prorrogar hasta junio la aplicación de salvaguardas para los aparatos importados de Manaos –zona promovida–, bajo la airada protesta de Brasil. Y, a pesar de los esfuerzos diplomáticos en contrario, tampoco está claro cuánto puede resentir el idilio que este país no quiera ceder “ni una molécula” del gas que importa desde Bolivia aunque Argentina lo necesite desesperadamente. Tanto como las inversiones que vino a capturar Daniel Scioli, con un protagonismo en esta misión que llegó a incomodar a los organizadores el Palacio San Martín.

“Esta presentación es para entusiasmar más” a los que ya invirtieron, introdujo el gobernador bonaerense, poco antes de ir de visita a la sede central de Camargo Correa, la firma brasileña que compró Loma Negra entre otras empresas locales. “El 62 por ciento de las exportaciones a Brasil son bonaerenses y el 64 por ciento de las exportaciones bonaerenses son industriales”, arremetió Scioli, antes de enumerar las bondades locales para el capital. Tampoco Mario Das Neves, el otro gobernador presente en esta misión, ahorró empeño cuando ensalzó el dinamismo de Chubut, destacándola como “la cuarta provincia exportadora del país”.

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