Martín Lousteau abandonó el Ministerio de Economía ayer a las seis de la tarde. Hasta ese momento su plan era viajar a Uruguay dos horas después para participar hoy de una cumbre de ministros por el Banco del Sur. Se fue a su casa a armar el bolso, pero en el camino recibió un llamado de Alberto Fernández que lo hizo desviarse de su destino en Colegiales a la Casa Rosada. Allí se enteró que debía presentar la renuncia. La delegación que iba a acompañarlo a Montevideo no llegó a enterarse de la noticia y tomó el avión como si nada. El secretario de Finanzas, Hugo Secondini, supo la novedad de boca de su jefe cuando éste ya había perdido el puesto.

“Estaba todo a flor de piel, era algo que podía pasar en cualquier momento”, confesó a Página/12 uno de los colaboradores cercanos de Lousteau. Hasta la relación con Alberto Fernández, su sostén político, sufrió un fuerte desgaste en los últimos días. La última discusión fue porque el ahora ex ministro se enteró que la Casa Rosada proyectaba asignarle nuevas facultades a Guillermo Moreno que acotarían aún más su margen de acción. En los próximos días se verá si ese plan sigue en marcha y el actual secretario de Comercio Interior asume un papel todavía más relevante.

Desde el equipo de Lousteau contaron que esta semana le entregó un paper al jefe de Gabinete con sus propuestas para combatir la inflación. “No eran ortodoxas ni mucho menos, como ahora están dejando trascender”, se indignó un funcionario de su equipo ante este diario. “No se planteaba ni enfriar la economía, ni bajar el dólar, ni subir las tasas. Eran ideas que implicaban mucha gestión microeconómica, algo distinto a lo que está haciendo Moreno”, describió. A su vez, Lousteau hizo esta madrugada alguna mención sobre su negativa a firmar una resolución que le pedía Cristina Fernández, pero sin demasiadas precisiones.

Cerca de Lousteau admitieron que le pasaron una factura por las retenciones móviles, pero indicaron que fue una medida muy madurada, con apoyo de todo el Gobierno. “Estaban en danza otras ideas mucho más duras de suba de retenciones”, aseveraron.