El viaje inaugural del tren de alta velocidad entre Buenos Aires y Rosario debería concretarse a fines de abril de 2012. Trece meses después, en mayo de 2013, deberían finalizar los trabajos para que el servicio llegue a Córdoba. Finalmente se resolvió utilizar la misma tecnología para todo el trayecto, con formaciones que correrán a 320 kilómetros por hora. “Es un salto a la modernidad”, ponderó ayer Cristina Fernández durante un acto en Casa Rosada en el que se firmaron los contratos para la realización de las obras y su esquema de financiamiento. Con ello se cumplieron todos los pasos administrativos y entraron a correr los plazos de ejecución del proyecto. Dirigentes de la oposición lanzaron duras críticas a la iniciativa, que el Gobierno defendió con similar vehemencia.

El 16 de enero pasado se consagró ganador de la licitación para el tendido del tren al único grupo oferente. Lo lidera la compañía estatal francesa Alstom, acompañada por Iecsa (antes del grupo Macri y ahora comandada por el sobrino de Franco y primo de Mauricio, Angelo Calcaterra), Emepa (Hidrovía, Ferrovías y tranvía de Puerto Madero) y el grupo Isolux. Ellos se encargarán de la electrificación integral, obra civil, estaciones, infraestructura de vías, señalamiento y comunicaciones y provisión de material rodante. El grupo acercó una propuesta de financiamiento que Martín Lousteau –entonces ministro de Economía– convalidó el 26 de marzo pasado. Lo que se hizo ayer en Casa Rosada fue firmar los contratos para poner en marcha las obras, con su correspondiente esquema de financiamiento.

“El costo del proyecto es de 2400 millones de euros y será financiado íntegramente por el banco francés Natixis”, puntualizó el consorcio ganador a través de un comunicado. A la cotización del euro de ayer, equivale a 3740 millones de dólares. A esa cifra se le suman los costos financieros de la operación. El Estado emitirá bonos a 30 años, con 7 de gracia, que se irán colocando a medida que los constructores vayan finalizando las distintas etapas de las obras. Para este año se presupuestó la emisión de títulos por 430 millones de euros.

Cristina insistió en su defensa del emprendimiento, que dijo que colocará a la Argentina como “punta de lanza de toda América” con “un producto de alta excelencia”. La Presidenta retrucó las principales críticas de la oposición. Una de ellas es que se destinan miles de millones de dólares a un proyecto faraónico cuando existen otras prioridades. “Frente a este argumento de que se dejan de hacer cloacas, caminos u hospitales porque destinamos dinero para estas obras, primera cuestión: no es cierto”, enfatizó la mandataria. Lo segundo que dijo es que como se logró el 100 por ciento de financiación de las obras, con bonos a pagar dentro de 30 años, con 7 de gracia, no será necesario desembolsar recursos en lo inmediato.

En la Secretaría de Transporte agregaron que antes de que el Estado deba afrontar los primeros pagos, en 7 años estarán terminadas las obras de remodelación y electrificación de los ex ferrocarriles Roca (en cuatro años) y San Martín (en seis) y el soterramiento del Sarmiento desde Once a Castelar (en tres). También justificaron el fuerte incremento en el costo de construcción del tren bala, de 1350 millones de dólares cuando se adjudicó a Alstom en enero a 3740 millones en la actualidad, por el alargamiento en los plazos de pago y porque se incorporó el compromiso del consorcio ganador de realizar el mantenimiento de toda la estructura por cinco años y del material rodante por 10. Para ello, se construirán tres talleres en La Plata, Rosario y Río Tercero. Para la oposición, todo ello debió resolverse a través de una nueva licitación.

El tramo Buenos Aires-Rosario deberá estar concluido en 48 meses a partir de ahora, mientras que el trayecto final hasta Córdoba debería completarse en 61 meses. Habrá siete estaciones: Retiro, San Nicolás, Rosario (recorrido que se cubriría en 85 minutos), Marcos Juárez, Bell Ville, Villa María y Córdoba (demandaría otros 90 minutos desde la salida en Rosario). Pero también habrá un servicio interurbano entre Retiro y Villa Rosa (Pilar). Están previstas nueve frecuencias diarias de Buenos Aires a Rosario y un mínimo de cuatro servicios de Rosario a Córdoba. “Es una obra que cambiará el perfil de la región porque comunicará al 60 por ciento de la población del país y al corredor agroindustrial más importante de la Argentina”, remarcó Cristina. En Transporte comentaron que los pasajes seguramente tendrán un costo intermedio entre el del ómnibus de larga distancia y el avión.