Después de casi diez días de ausencia, el martes pasado volvieron a estar a disposición de los operadores datos clave para conocer el estado del sistema eléctrico que habían desaparecido con el anterior pico de demanda. Esa información proporcionada por la estatal Cammesa es útil para hacer un diagnóstico preciso de la situación y conocer la inminencia de una eventual crisis eléctrica, cuyo fantasma acecha con cada bajón de temperatura. La activa participación de Guillermo Moreno en el manejo de ese cuerpo técnico sembró sospechas de una intervención informal de la Secretaría de Comercio Interior.

Con el frío del jueves 29 de mayo el sistema eléctrico se vio sometido a una fuerte presión. La demanda de potencia de 18.670 mega representó un pico histórico de consumo y ubicó esos requerimientos muy próximos al límite que se puede ofrecer. Pero la delicadeza de ese cuadro se hace más patente cuando los usuarios especializados del sistema –desde consultores a distribuidores– tienen ante sí toda la información que corresponde, con el uso de su clave. Eso significa no sólo conocer cuánta energía se requirió durante una jornada, sino cuánta existe de reserva hidráulica y térmica y las razones de la indisponibilidad de estas usinas. Una radiografía que permite diagnosticar los problemas y fundar vaticinios.

Repentinamente, esta información dejó de aparecer en el sistema on line de Cammesa, que oficialmente eludió precisiones sobre esa falta. Recién el martes pasado, todo volvió a funcionar con normalidad. El hecho alentó suspicacias. Muchos operadores afectados apuntaron hacia Comercio Interior, sugiriendo que podría haber habido una recomendación de esa dependencia para disimular las debilidades del sistema.

Moreno tiene injerencia directa en las decisiones que toma aquella entidad técnica que, desde el punto de vista formal y orgánico, depende de Energía. El secretario suele participar de las reuniones que los martes hace la administradora del mercado mayorista para controlar de cerca el tema y dar algunas pautas. De ahí obtiene información básica para disponer luego los cortes de suministros a grandes empresas, cuando es necesario para no afectar el suministro a los domicilios.

El sistema eléctrico está en una situación delicada, a pesar de los esfuerzos oficiales para aumentar la oferta. Esta termina por estos días empardando a duras penas en la carrera con el creciente consumo, gracias a la importación de energía de Brasil. Pero con crecimiento económico y el uso masivo de artefactos hogareños, el riesgo de desbalance es muy alto. Salvo alguna energía adicional que está aportando estos días Yacyretá, la contribución inmediata proviene de la central Manuel Belgrano de Campana, que añade al sistema 400 mega, pero esa contribución es errática, ya que sus máquinas están en una etapa de prueba.