ECONOMíA
El consumo no mejora en shopping y supermercados
El Indec difundió la performance de los centros de compra y de las cadenas reflejando que el consumo sigue planchado. Hubo una tenue recuperación en shoppings y leve caída de ventas en supermercados.
La estabilidad del dólar y la desaceleración de la inflación no ayudaron a levantar las ventas minoristas. En los supermercados, el volumen de ventas durante agosto cayó 0,5 por ciento respecto de julio y 26,1 por ciento en comparación con el mismo mes de 2001. En los centros de compras, las colocaciones se derrumbaron 20,9 por ciento en relación al año pasado. Aunque se notó una tenue recuperación, del 2,8 por ciento, si se compara con el resultado de julio pasado. Los electrónicos, artículos para el hogar y los calzados son los rubros más afectados por la crisis.
La fuerte caída en los volúmenes de ventas no está afectando la caja de las cadenas. El mes pasado facturaron 1465 millones de pesos, un 40 por ciento más que a comienzos de año. La diferencia a favor de los comercios se debe al aumento de precios generalizado: el índice de precios al consumidor se incrementó 35 por ciento en lo que va del año. Pese a la crisis, la cantidad de bocas no sufre grandes variaciones, lo que indica que las cadenas pueden defenderse frente a la alta inflación: de las 1325 que había hace un año, ahora existen 1310. No obstante, eso no impidió que el personal ocupado se contrajera en 4200 personas. En total, las 29 cadenas emplean a 93.619 personas.
Los rubros más castigados por la crisis son tres: limpieza y perfumería; indumentaria, calzado y textiles y los electrónicos y artículos para el hogar. Según una encuesta dada a conocer también ayer por la consultora ACNielsen, el consumo de productos de cosmética y tocador cayó 13 por ciento en agosto, respecto a igual mes de 2001. A su vez, los precios se elevaron 31 por ciento. Para el Indec, las ventas de indumentaria y calzados cedieron 30 por ciento con respecto a los niveles de fines de 2001. Pero peor les va a los electrónicos y artículos para el hogar: se vende la mitad que a fines del año pasado, cuando la crisis ya se había agravado y el corralito era una realidad. Y el derrape alcanza al 60 por ciento en comparación con un año atrás. El rubro que menos sintió el terremoto económico fue el de alimentos y bebidas: el consumo bajó 10 por ciento respecto a lo que se vendía a fines de 2001.
Los centros de compra –shopping centers– parecen estar remontando la cuesta, fundamentalmente de la mano del turismo del exterior. Del 40 por ciento de baja interanual que mostraban a comienzos de año, la caída se fue suavizando hasta el 21 por ciento actual. En agosto, la facturación de los 29 centros ubicados en Capital y el Gran Buenos Aires trepó a los 142,8 millones de pesos, 20,6 millones menos que un año antes. No obstante, debe tenerse en cuenta que el mes pasado resultó influenciado por el Día del Niño, que tuvo impacto positivo sobre los rubros “patios de comida”, “juguetería” y “diversión”.
Lo mismo que en los supermercados, los más perjudicados son los vendedores de electrónicos, con una caída del 52 por ciento respecto del año pasado, aun teniendo en cuenta la inflación acumulada desde entonces. En otros rubros se notan aumentos en la facturación, como en Librería (+38%); Indumentaria (20%); Juguetería (12%) y Perfumería y Farmacia (9%). Pero, como se aprecia, salvo el caso de los artículos de librería, ningún otro segmento logra siquiera empardar la inflación de precios de los últimos 12 meses, que estuvo en torno del 36,5 por ciento.
Si se mide en valores constantes, es decir eliminando el componente inflacionario, la caída en la venta de electrónicos alcanza al 76 por ciento. Paradójicamente, este sector era el menos perjudicado por la recesión: las ventas de todo el 2001 bajaron 11 por ciento, contra 27 por ciento de caída en “diversión”; 23,5 por ciento en “juguetería” y 18 por ciento en “patio de comidas y alimentos”.