ECONOMíA
El real no llega a segunda vuelta
Entre la “incertidumbre” que algunos operadores le atribuyen a un Brasil gobernado por Lula y la acumulación de vencimientos de deuda en estas semanas que el gobierno pareciera no haber previsto, el real volvió a perforar su propio piso, cotizando a poco más de un cuarto de dólar.
La corrida especulativa contra la moneda brasileña llevó la divisa estadounidense a cerca de los cuatro reales por unidad. Una vez más se escuchó el argumento de la “incertidumbre electoral”, pero los próximos vencimientos de deuda ajustados por la cotización del dólar parecen haber pesado más. Luego de un pico de 3,91 reales, el Banco Central decidió intervenir y la cotización terminó a 3,88.
La autoridad monetaria también intentó refinanciar 1250 millones de dólares que vencen el próximo martes, pero sólo consiguió reprogramar el 21 por ciento de esa obligación. Según los analistas, los tenedores de los papeles aprovecharon el supuesto nerviosismo reinante por las próximas elecciones. En la city paulista, los brokers especulaban con una nueva encuesta que se daría a conocer este domingo, según la cual Luiz Inácio Lula da Silva ya contaría con el 45 por ciento de la intención de voto. Entre las muchas versiones se especulaba también con que Ciro Gomes, tercero cómodo en los pronósticos, abandonaría su candidatura en favor de Lula.
La percepción de los analistas de algunos de los principales bancos brasileños es contradictoria. Según dijo a Página/12 un economista de una entidad de origen español, que también posee intereses en la Argentina, la irracionalidad con que estaría actuando el “mercado” podría motivar una corrida muy difícil de parar. El resultado final sería la aceleración de la crisis de la deuda. La clave de este argumento es que alrededor del 80 por ciento de los pasivos del sector público es deuda interna con los bancos locales. Y si bien estos papeles están nominados en reales, poseen cláusulas de ajuste en dólares. Si la depreciación del real es un fenómeno de corto plazo, todos los vencimientos que se cobren en estas semanas comprarán luego más dólares que los actuales. El problema es que la estrategia puede resultar peligrosa y desatar fuerzas difíciles de parar. En esta perspectiva, el peor escenario es una prolongación de la incertidumbre. Esto es, que Lula no gane en la primera vuelta.
El operador de un banco de origen holandés describió a este diario un panorama más optimista, según el cual los vencimientos de deuda de estas semanas no representarían volúmenes suficientes como para generar alarma. “Si finalmente Brasil tiene problemas con su deuda, no será por las presiones preelectorales”, sintetizó. Según el analista, pasadas las elecciones el dólar se estabilizará por debajo de los 3 reales.
Sin embargo, muchos en San Pablo ya prevén un dólar pasando los 4 reales en la próxima semana. La verdadera incertidumbre, entonces, no son las elecciones, sino cuál es el límite del círculo vicioso financiero. El dilema que deben enfrentar quienes conducen la economía brasileña es refinanciar los vencimientos de deuda, caso en el que convalidaría las tasas altísimas que exige el mercado o bien rescatar directamente los títulos. Pero en este último caso, quienes reciban los reales podrán usarlos para seguir demandando dólares y retroalimentar el circuito especulativo.
Francisco Petros, presidente de la Asociación Brasileña de Analistas del Mercado de Capitales, señala que “el dólar sube básicamente por la monumental cantidad de títulos que dejaron para vencer en este período electoral”. Con la subida de este viernes, la divisa estadounidense cerró la semana con una apreciación del 13,9 por ciento y en el año registra una suba del 67,4 por ciento. A su vez, la Bolsa de San Pablo cayó un 5,25 por ciento. En lo que va del año el Bovespa acumula pérdidas por 37,25 por ciento y en el mes de 16,4 por ciento. Por último, la tasa de riesgo país subió el 9,88 por ciento y se ubicó en los 2435 puntos.
“Un día horrible”, definió la jornada de ayer el director de cambio de la corredora Novacao, Mario Battistel. “El Banco Central intervino vendiendo dólares, pero no surtió efecto, casi no hubo negocios, porque sólo compran dólares los que no tienen más remedio”, señaló el especialista. La analista de la consultora Tendencias, MaristelaAnsanelli, insistió que la base del nerviosismo son las elecciones. “No es fácil cambiar un discurso de 20 años en 6 meses.”
Desde Washington, el ministro de Hacienda, Pedro Malán, señaló que el desplome del real se debió a los “beneficios infecciosos”, “un miedo infeccioso a las elecciones” y “una ignorancia” del mercado. El presidente Fernando Henrique Cardoso dijo, por su parte, que “es como si la continuidad democrática en nuestros países, por la que tanto luchamos, estuviera ahora sujeta a evaluaciones, supuestamente idóneas, de consultores y operadores del mercado”. No casualmente estas palabras fueron dichas ante su par argentino, Eduardo Duhalde.
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