El Gobierno despidió la semana con una menor intervención en el mercado, pero con la satisfacción de la tarea cumplida. A diferencia de las primeras jornadas, la recompra de títulos ayer fue mucho menor. Desde el lunes volcó más de 500 millones de dólares en la Bolsa, aunque el saldo neto –por compras y ventas– fue de 270 millones. La estrategia sirvió para apuntalar por quinta rueda consecutiva los precios de los bonos. Los papeles más negociados sumaron en los cinco días hábiles una ganancia de más de 10 por ciento y el Gobierno estima que el programa permitirá un ahorro de 100 millones de dólares hasta 2013. Desde Economía aseguran que seguirán las compras.

El resultado fue evaluado como “exitoso” por los técnicos del Palacio de Hacienda, que advierten un ahorro de 370 millones de dólares por el pago de los servicios de deuda en los próximos cuatro años. Sin embargo, como Economía gastó 270 millones de dólares para la adquisición de los bonos, la diferencia neta es de 100 millones.

No tan favorecido terminó el MerVal que, a pesar de que las empresas que lo componen informaron importantes ganancias, no pudo despegar su suerte del humor de los especuladores. Ayer cedió 0,23 por ciento hasta los 1733,8 puntos. El dólar perdió dos centavos en la semana, y ayer al público terminó sin cambios, a 3,05 pesos. Las reservas internacionales se ubicaron en 47.144 millones de dólares.

La estrategia de la recompra de bonos fue clara y directa, y eso favoreció su eficacia. El Banco Nación, por orden y cuenta del Tesoro nacional, se encargó de absorber los bonos de corto plazo, mientras que el Central hizo lo suyo con el tramo (los plazos) más largo de la curva. Ayer la entidad que preside Martín Redrado destinó 180 millones de dólares a la tarea. El objetivo fue, entonces, doble: por un lado, apuntalar las cotizaciones y, por el otro, adelantar servicios de deuda.

El lanzamiento del programa tuvo en cuenta la oportunidad que ofrecía el descuento con que los títulos de deuda cotizaban en el mercado, que no se correspondía con la actual solidez de los fundamentos económicos.

“En la semana, a través del Banco de la Nación, se concretaron compras de títulos Boden 8, 12 y 13, Bonar V, PRE8 y cupones PBI por un valor total aproximado de 270 millones de dólares”, asegura un comunicado del Ministerio de Economía difundido anoche. Pero las alzas alcanzaron a todas las series. Las más favorecidas fueron las emisiones más líquidas. El Descuento ganó en la semana 13 por ciento y el cupón PIB avanzó 10,7, mientras que el Par en pesos remontó 10,6. El Boden 2014 quedó 11,1 arriba y el Bogar 2018 recuperó 8.

De esta manera, la estrategia permitió influir en las tasas de interés del sistema financiero, disminuir el riesgo país a 640 puntos y achicar la prima de un eventual default que se paga por las emisiones a cinco años. “A pesar de la volatilidad observada en los mercados internacionales y doméstico, se verificó una tendencia positiva de los títulos públicos nacionales, que se reflejó tanto en los valores adquiridos por el Tesoro Nacional como en el resto de los títulos de deuda pública, implicando una marcada disminución del riesgo país”, resaltó la cartera económica.

La semana tuvo también dos obstáculos, que pudieron ser sorteados con la compra de títulos. Primero, la calificadora Standard & Poor’s le bajó la nota a la deuda argentina. Y luego su competidora Moody’s cambió la perspectiva. La opinión de las desprestigiadas “medidoras de riesgo” no desveló a los operadores, que siguieron aprovechando la oportunidad de ganar, con el escenario que les presentaba el pago adelantado de servicios de deuda. De hecho, en la última media hora los inversores se posicionaron en los bonos con mayor liquidez a la espera de noticias desde el seno del Ejecutivo –en relación con el Indec– que puedan surgir durante el fin de semana.