ECONOMíA
› TENIA PLANEADO VIAJAR A WASHINGTON. PERO NO LE DAN GARANTIAS DE ACUERDO
Lavagna está con la valija a medio hacer
El ministro negó que fuera a viajar en los próximos días a Washington, alertado de que el Fondo había impuesto nuevas condiciones para cerrar trato. No quiere arriesgarse a un nuevo viaje con resultado incierto. Hoy viajan a Washington más funcionarios para apurar las negociaciones durante el fin de semana.
Está que arma y desarma las valijas, como novia ansiosa en los días previos al casamiento. El ministro de Economía, Roberto Lavagna, todavía no definió si viajará a Washington a la semana próxima para cerrar el acuerdo con el FMI. El problema principal es que los negociadores argentinos le informaron desde Washington que todavía no están dadas las cosas como para cerrar trato. Y que el anuncio del viaje del ministro podría terminar en un verdadero papelón. Peor aún, en las últimas horas, el Fondo se despachó con nuevas condiciones que dejaron helados a los negociadores del equipo de Lavagna. Pretenden que se libere totalmente el mercado cambiario, eliminando las restricciones a la salida de capitales y reduciendo a la mínima expresión las ventas de dólares del Banco Central. Sin embargo, en Economía dice que una política así recién podría aplicarse después de firmado el acuerdo, nunca antes, y prefieren preservar la actual estabilidad en el mercado cambiario. Ayer, el dolar en casas de cambio retrocedió 2 centavos y el oficial, uno, con una ganancia para el Banco Central de 13,6 millones de dólares.
Ayer por la mañana, el flamante secretario general de la Presidencia, José Pampuro, hizo su aporte a la confusión general: bien temprano, dijo que era “muy probable” que Lavagna viajara el lunes a Washington para definir personalmente el acuerdo. Sin embargo, hacia el mediodía la oficina de prensa del Ministerio de Economía emitió un comunicado informando que “no está previsto, por lo menos por el momento, que el ministro viaje”.
Los únicos que viajarán, hoy mismo, son cinco funcionarios de segunda línea de Economía, con el objetivo de seguir negociando cuestiones puramente técnicas. Los nuevos enviados se sumarán al secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, y al subsecretario de Financiamiento, Alejandro Madcur, que están desde la semana pasada en Washington liderando las negociaciones. En cambio, el titular del Banco Central, Aldo Pignanelli, regresará este mismo fin de semana a Buenos Aires. La composición de la nueva misión argentina confirma que en el Fondo siguen interesados en examinar con lupa los números fiscales de las provincias y monitorear el cumplimiento de los pactos fiscales antes de dar el sí.
La indefinición en la agenda de Lavagna responde a un motivo más delicado: todavía no hay ninguna garantía de que las negociaciones estén lo suficientemente encaminadas como para cerrar trato con el Fondo en los próximos días. Eso es lo que el propio Nielsen trasmitió a su jefe el jueves por la noche y el ministro informó al presidente Duhalde, que ayer se cruzó hasta Economía.
Concretamente, los burócratas del FMI están exigiendo nuevas condiciones, entre las que sobresale una que en Economía cayó como un balde de agua helada: liberar totalmente el mercado cambiario, eliminando los controles a la salida de capitales reforzados durante el último mes. Entre las normas que el Fondo impugna se cuenta la obligación de que los exportadores liquiden las exportaciones de más de 200 mil dólares ante el Banco Central. También rechazan las restricciones para girar divisas al exterior, aun cuando se trate de empresas y bancos que aducen tener que pagar vencimientos de capital e intereses a acreedores extranjeros.
El Fondo también cuestiona una medida que el Gobierno todavía ni siquiera aplicó, pero que está a estudio: el requisito de que las petroleras liquiden el 100 por ciento de sus divisas de exportación en el país. Actualmente, por un decreto firmado por Menem en el ‘89, las petroleras pueden dejar el 70 por ciento de sus dólares en el exterior. Basándose en un dictamen del Procurador General del Tesoro, en Economía dicen que desde principios de año tal decreto no se encuentra vigente.
En el equipo lavagnista aseguran que es imposible desarticular los controles cambiarios sin tener firmado el acuerdo con el Fondo. Argumentan que, justamente, estos controles fueron impuestos frente a las indefiniciones en la negociación y la creciente incertidumbre que generaba en el mercado cambiario. Además, sostienen, hay un hecho incontrastable que justifica tales medidas: desde principios de año, la mayor parte de los 11.000 millones de dólares que ingresaron al país vía superávit comercial terminaron fugándose por la ventanilla de la transferenciasfinancieras. “No vamos a rifar la estabilidad cambiaria que conseguimos en los últimos meses porque a ellos se les ocurre”, dijo un estrecho colaborador del ministro, que reconoce incluso como un error haber dejado que el dólar se deslizara hasta los 3,80. “La prioridad es mantener en caja al dólar. Y si no vamos a recibir fondos frescos del Fondo, entonces tenemos que garantizar la estabilidad con nuestros propios dólares”, agregó la fuente.
Sólo si Nielsen lograra zanjar ésta y otras diferencias durante el fin de semana, entonces Lavagna cerrará la valija.
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