“La Argentina está ante una oportunidad histórica para decidir que la fiesta la paguen aquellos que la disfrutaron”, dijo la diputada Elisa Carrió en la conferencia de prensa en la que los diputados del ARI, del Frente para el Cambio, del Polo Social y del Frente Grande presentaron un proyecto de ley que apunta a garantizar la devolución de la gran mayoría de los depósitos de la gente en la moneda en que fueron hechos. La idea es crear un fondo fiduciario con el dinero que se obtenga del pago de los préstamos que los bancos les otorgaron a las grandes empresas. El texto fue elaborado por el diputado frepasista José Vitar, quien le dio forma a una propuesta del Frente Nacional contra la Pobreza (Frenapo). Carlos Heller, titular del Banco Credicoop, también participó del acto en el que se dieron a conocer los detalles de la iniciativa.
El proyecto fue presentado ayer durante una conferencia de prensa que se realizó en el Salón de Pasos Perdidos del Congreso. Participaron los diputados del ARI Elisa Carrió y Eduardo Macaluse; del Frepaso disidente María América González, José Vitar, Irma Parentella y Carlos Raimundi y del Frente para el Cambio, Alfredo Villalba. También estuvieron el líder del Polo Social, Luis Farinello; Nora Cortiñas, titular de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, y el banquero e integrante del FRENAPO Carlos Heller. Los legisladores distribuyeron una lista de las empresas más solventes que son deudoras del sistema financiero. Esas empresas tomaron préstamos mayores a cinco millones de pesos o dólares antes de fin del año pasado. De acuerdo con los números que maneja Vitar, el 99 por ciento de los ahorristas tiene hasta cincuenta mil pesos o dólares en los bancos y sólo el uno por ciento tiene cifras mayores. Si se crea el fondo fiduciario que los legisladores plantearon ayer en rueda de prensa –y que ya había sido lanzado en términos similares por el gobernador de Santa Cruz, Néstor Kirchner–, la gran mayoría de los depositantes recuperarían sus depósitos en la moneda en que los hicieron. Los caminos planteados tienen tiempos y métodos diferentes.
De a poco. Vitar explicó que los principales deudores del sistema bancario son empresas argentinas clasificadas por el Banco Central con las categorías uno o dos. La primera clasificación se les da a las empresas que tienen máximos niveles de solvencia y la número dos se aplica las que tienen un atraso en los pagos de sólo noventa días. Una de las alternativas sería que el Banco Central determine que a medida que se vayan cobrando esos créditos se cree un fondo para ir devolviendo los ahorros del 99 por ciento de los depositantes de acuerdo con un cronograma que priorice los depósitos más pequeños. La propuesta es que no se pesifiquen los créditos de las grandes empresas, ya que éstas los tomaron dando como garantía dólares depositados en el exterior y se beneficiarían licuando sus pasivos. La desventaja de esta opción es que el recupero de los ahorristas sería paulatino.
De golpe. La segunda alternativa permitiría reintegrar de una vez todos los depósitos. Habría que “aprovechar el ofrecimiento de ayuda realizado por gobiernos y organismos extranjeros”, en palabras de Vitar, para ofrecerles una cartera de préstamos conformados por las empresas más solventes del país. Estas empresas les irían pagando de a poco los préstamos a quienes los compren –como son solventes no estaría el fantasma del no pago– y para solucionar el problema de los ahorristas argentinos esas empresas deberían aportar por adelantado el dinero necesario para que se levante gran parte del corralito.
“Sabemos que los bancos se van a oponer, pero justamente, lo que pone en discusión este proyecto es si el gobierno tiene voluntad política de que el saqueo con mayúscula lo paguen los que se beneficiaron del vaciamiento de la Argentina o si pretende que lo paguen los pequeños ahorristas”, dijo a Página/12 el diputado frepasista Carlos Raimundi. Carrió, por su parte, advirtió que “acá hubo gente que hizo una gran ganancia y ahora va por el asalto final, al empujar la licuación de sus deudas”. Y agregó que el ministro de Economía, Jorge Remes Lenicov, “está preso de los lobbies” y que el presidente Eduardo Duhalde “está preso del mismo pacto oligárquico neoliberal que gobernó la Argentina durante los últimos años”. La diputada concluyó que “tiene que haber una depuración muy profunda del sistema financiero y sobre ese marco hacer una ley de entidades financieras donde los bancos sirvan realmente al interés del país”.